Mía alejandra y yo
Poema publicado el 14 de Abril de 2011
Yo era su amigo de bolsillo y ella era la llave de su dormitorio.
Mía Alejandra y yo fuimos los mejores amigos de vocablo.
Su apellido de barrio fino, respetaba al mío por barrio joven.
A ella no le gustaba mi vereda de tierra y yo nunca aprendí su etiqueta social.
Mía Alejandra tenía dos trabajos para solventar sus gastos
y yo me dedicaba a las remesas del banco en tarjetas de crédito.
Mía Alejandra gustaba de platicar en voz alta sin ser directa,
pero a mí no me gustaba discutir de política con sus padres.
Mía Alejandra y yo jamás nos separamos pero el tiempo se nos iba,
porque el silencio discutió con la sinceridad de no hablar con libertad.
Mía Alejandra jamás supo de ella cuando se fue a España
y yo nunca supe de mí por dejarme congelar en la nevera.
Mía Alejandra era Arquitecta y Bióloga; carreras diferentes como ella
y a mí me faltaba un año para terminar la carrera de Administrador.
Mía Alejandra estaba enamorada de un hombre casado y sin hijos,
pero sólo le ofrecía placeres de darse un tiempo en la cama.
Mía Alejandra y yo fuimos los mejores amigos sin ser enemigos,
no fuimos novios pero sí los desconocidos más cariñosos.
Alguna vez me dijiste que la magia no hace a un brujo
y que mis historias hablan del amor con humor.
Mía Alejandra regresó después de cinco años, casada, con dos hijos
y yo viajé lejos de Buenos Aires, hace 2 años sin poder regresar.
Mía Alejandra y yo jamás nos volvimos a ver; ¿Será feliz?
y si te escribí es porque nunca sospeché que no pudo ser…
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Poema publicado el 14 de Abril de 2011
Yo era su amigo de bolsillo y ella era la llave de su dormitorio.
Mía Alejandra y yo fuimos los mejores amigos de vocablo.
Su apellido de barrio fino, respetaba al mío por barrio joven.
A ella no le gustaba mi vereda de tierra y yo nunca aprendí su etiqueta social.
Mía Alejandra tenía dos trabajos para solventar sus gastos
y yo me dedicaba a las remesas del banco en tarjetas de crédito.
Mía Alejandra gustaba de platicar en voz alta sin ser directa,
pero a mí no me gustaba discutir de política con sus padres.
Mía Alejandra y yo jamás nos separamos pero el tiempo se nos iba,
porque el silencio discutió con la sinceridad de no hablar con libertad.
Mía Alejandra jamás supo de ella cuando se fue a España
y yo nunca supe de mí por dejarme congelar en la nevera.
Mía Alejandra era Arquitecta y Bióloga; carreras diferentes como ella
y a mí me faltaba un año para terminar la carrera de Administrador.
Mía Alejandra estaba enamorada de un hombre casado y sin hijos,
pero sólo le ofrecía placeres de darse un tiempo en la cama.
Mía Alejandra y yo fuimos los mejores amigos sin ser enemigos,
no fuimos novios pero sí los desconocidos más cariñosos.
Alguna vez me dijiste que la magia no hace a un brujo
y que mis historias hablan del amor con humor.
Mía Alejandra regresó después de cinco años, casada, con dos hijos
y yo viajé lejos de Buenos Aires, hace 2 años sin poder regresar.
Mía Alejandra y yo jamás nos volvimos a ver; ¿Será feliz?
y si te escribí es porque nunca sospeché que no pudo ser…
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