Tenazidad
Poema publicado el 21 de Abril de 2010
Peleando con el corazón sin perder la razón, con los pies firmes sobre la tierra con carácter y tenazidad, siguiendo la brújula del cielo azul de aventuras y sueños.
No tengas miedo de entregarte y de seguir tus sentimientos, arranca la cadena y remontate hacia el cielo.
Eres dueña de tus dias y de tus noches, eres dueña de tus sueños y tus ilusiones.
Eres libre, libre y sola; sola y bella: En tu valle de infinito sueño. Siente la música que llevas por dentro dando un mensaje de fuerza, de patria, de revolución de un mañana mejor que nos aguarda.
Deja tus arrapas y viste de gala porque ahora eres princesa y no cenicienta.
Eres la poesía hablada de alegrias y nostalgias, de pasiones y amor por tu patria.
Tu patria te reclama y las montañas respiran el aroma de las azucenas y el rocío se convierte en música de aguilnardo al verte nacer sbre toda tu vida que orquestaba una sonrisa que ahora no es fingida.
Cantan las piedras con corazón profundo, contemplando la aurora y se enciende el cañaberal de la mujer que eres ahora.
Por: Aida Diaz
2009
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Poema publicado el 21 de Abril de 2010
Peleando con el corazón sin perder la razón, con los pies firmes sobre la tierra con carácter y tenazidad, siguiendo la brújula del cielo azul de aventuras y sueños.
No tengas miedo de entregarte y de seguir tus sentimientos, arranca la cadena y remontate hacia el cielo.
Eres dueña de tus dias y de tus noches, eres dueña de tus sueños y tus ilusiones.
Eres libre, libre y sola; sola y bella: En tu valle de infinito sueño. Siente la música que llevas por dentro dando un mensaje de fuerza, de patria, de revolución de un mañana mejor que nos aguarda.
Deja tus arrapas y viste de gala porque ahora eres princesa y no cenicienta.
Eres la poesía hablada de alegrias y nostalgias, de pasiones y amor por tu patria.
Tu patria te reclama y las montañas respiran el aroma de las azucenas y el rocío se convierte en música de aguilnardo al verte nacer sbre toda tu vida que orquestaba una sonrisa que ahora no es fingida.
Cantan las piedras con corazón profundo, contemplando la aurora y se enciende el cañaberal de la mujer que eres ahora.
Por: Aida Diaz
2009
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