Un dia para callejear
Poema publicado el 18 de Octubre de 2010
El día donde uno va a la soledad,
Callejeando sin rumbo,
Huyendo de esta tristeza que parece seguir sin miedo,
Viendo caer el residió de la neblina,
Ocultando estas lagrimas confusas que tiemblan al caerse,
No sabiendo cual es la causa,
Murmurando no llores por qué no hay razón,
Viviendo junto a la pared de miedo y impotencia,
Donde no intenta morir,
Si no vive sin poder morir,
Pensando en los eventos que forman esta cosa llamado vida,
Pensando en estos días de silencio,
Donde la vida te ignora y le haces caso,
Queriendo que alguien ayude sin saber que preguntar,
Con el miedo de estar solo con la vida,
Pensando en este cuerpo que ocupa,
Que ni es pobre o rico,
Que en la reflexión de las nubes ve gestos violentos y noches alargados con llanto,
Que piensa nunca en esta vida he estado en tanto aprieto,
Viendo que mi corazón a la guerra va,
Permaneciendo en este eterno estado de pensamiento y reflexión,
De la vida despiadada,
Donde se aprovechan del llamado pequeño,
Culpable de algún recato,
En Este mundo moderno donde el valor no existe,
Donde la gente esta reducido a la pobreza,
Mostrando su auxilio en su arte que habita los muros y las casas abandonadas,
Donde el niño abandonado maltratado por la vida se vuelve normalidad de la sociedad,
Donde uno mira hacia abajo y ve la navaja colocado en la cintura,
Viendo la vida de fugitivo que vive,
Quien mata por amor,
Que vive en búsqueda de ella,
Dispuesto a sangrar por esta unión sagrada llamada amor,
Las mujeres solitarias que habitan el mundo,
Viviendo en la espera de este galán de armaduras que nunca vendrá,
Donde su envidia se pinta de manera fea,
De ser víctima de la soledad infinita,
Donde el frio súbito pasa por el cuerpo,
Al pensar de este desprecio que pudiese llegar,
Llevando el corazón envenenado con la mirada temblorosa,
Al conocer la sencilla sinceridad de esta vida,
Cuyo es el agua está abajo los pájaros arriba,
Donde la percepción es la clave a como tu vida será,
Y la vida sin pareja,
Imposible
Cuando cuya vida empieza,
Uno embarca en este viaje al amor eterno,
Porque el amor no es discreto,
Ni se espanta de sus desventajas,
Cuando uno regresa a la soledad de su casa,
Antes del amanecer,
A un cuarto donde por las paredes se filtran recuerdos de noches pasadas y la magia del enamoramiento,
Por cuando yo pienso en esto mi corazón me da un vuelco,
Pensando como durara el mundo sin ella,
Recordando la vida hermosa,
De ver el tiempo correr como las olas del mar,
Junto a la que esta atrás de tu sombra,
Que al verte besa ambas mejillas,
Revelando esta amistad de dos caras,
Que por temor del corazón roto no avanza,
Cuando al hablarle arrastro mis palabras escondiendo este deseo,
Cuyo pensamiento es por mil razones no merezco a esta reina,
Sus ojos enredándose en todo lo que miro,
Y su pisada pequeña sigue el mío,
Envolviendo mi mano con su cuerpo alzando la respiración,
Opinando sobre tu corazón enamorado,
Viéndote sin temor sin miedo,
Conociendo cada uno de tus sentimientos traidores y tus inseguridades,
Mirándote con aquellos ojos que el brillo nunca se atenúa,
Hundiendo sus dedos en mí cabello,
Atreviéndome a marcarle la silueta completa con los míos,
Ella me mira,
Con estos ojos débiles que se agrandan pareciendo tener lágrimas que quieren derramarse,
Dejándome sin palabras que pudiesen dominar o explicar este sentimiento,
Murmurando no lo puedo soportar,
Quiero que seas tan mía,
Su alma que oye y me contesta,
Yo también.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 18 de Octubre de 2010
El día donde uno va a la soledad,
Callejeando sin rumbo,
Huyendo de esta tristeza que parece seguir sin miedo,
Viendo caer el residió de la neblina,
Ocultando estas lagrimas confusas que tiemblan al caerse,
No sabiendo cual es la causa,
Murmurando no llores por qué no hay razón,
Viviendo junto a la pared de miedo y impotencia,
Donde no intenta morir,
Si no vive sin poder morir,
Pensando en los eventos que forman esta cosa llamado vida,
Pensando en estos días de silencio,
Donde la vida te ignora y le haces caso,
Queriendo que alguien ayude sin saber que preguntar,
Con el miedo de estar solo con la vida,
Pensando en este cuerpo que ocupa,
Que ni es pobre o rico,
Que en la reflexión de las nubes ve gestos violentos y noches alargados con llanto,
Que piensa nunca en esta vida he estado en tanto aprieto,
Viendo que mi corazón a la guerra va,
Permaneciendo en este eterno estado de pensamiento y reflexión,
De la vida despiadada,
Donde se aprovechan del llamado pequeño,
Culpable de algún recato,
En Este mundo moderno donde el valor no existe,
Donde la gente esta reducido a la pobreza,
Mostrando su auxilio en su arte que habita los muros y las casas abandonadas,
Donde el niño abandonado maltratado por la vida se vuelve normalidad de la sociedad,
Donde uno mira hacia abajo y ve la navaja colocado en la cintura,
Viendo la vida de fugitivo que vive,
Quien mata por amor,
Que vive en búsqueda de ella,
Dispuesto a sangrar por esta unión sagrada llamada amor,
Las mujeres solitarias que habitan el mundo,
Viviendo en la espera de este galán de armaduras que nunca vendrá,
Donde su envidia se pinta de manera fea,
De ser víctima de la soledad infinita,
Donde el frio súbito pasa por el cuerpo,
Al pensar de este desprecio que pudiese llegar,
Llevando el corazón envenenado con la mirada temblorosa,
Al conocer la sencilla sinceridad de esta vida,
Cuyo es el agua está abajo los pájaros arriba,
Donde la percepción es la clave a como tu vida será,
Y la vida sin pareja,
Imposible
Cuando cuya vida empieza,
Uno embarca en este viaje al amor eterno,
Porque el amor no es discreto,
Ni se espanta de sus desventajas,
Cuando uno regresa a la soledad de su casa,
Antes del amanecer,
A un cuarto donde por las paredes se filtran recuerdos de noches pasadas y la magia del enamoramiento,
Por cuando yo pienso en esto mi corazón me da un vuelco,
Pensando como durara el mundo sin ella,
Recordando la vida hermosa,
De ver el tiempo correr como las olas del mar,
Junto a la que esta atrás de tu sombra,
Que al verte besa ambas mejillas,
Revelando esta amistad de dos caras,
Que por temor del corazón roto no avanza,
Cuando al hablarle arrastro mis palabras escondiendo este deseo,
Cuyo pensamiento es por mil razones no merezco a esta reina,
Sus ojos enredándose en todo lo que miro,
Y su pisada pequeña sigue el mío,
Envolviendo mi mano con su cuerpo alzando la respiración,
Opinando sobre tu corazón enamorado,
Viéndote sin temor sin miedo,
Conociendo cada uno de tus sentimientos traidores y tus inseguridades,
Mirándote con aquellos ojos que el brillo nunca se atenúa,
Hundiendo sus dedos en mí cabello,
Atreviéndome a marcarle la silueta completa con los míos,
Ella me mira,
Con estos ojos débiles que se agrandan pareciendo tener lágrimas que quieren derramarse,
Dejándome sin palabras que pudiesen dominar o explicar este sentimiento,
Murmurando no lo puedo soportar,
Quiero que seas tan mía,
Su alma que oye y me contesta,
Yo también.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.
