¡sueños del alma!
Poema publicado el 12 de Noviembre de 2014
¡SUEÑOS DEL ALMA!
Voy a cerrar con calma mis ojos,
Dejaré que mi imaginación
Solícita y cómplice me traslade
A las brumas del recuerdo
De cualquier día, mes o año.
Estoy en mi nebuloso pasado,
Agitado,
tenso,
pausado,
Me busco entre la gente que ríe,
Canta,
baila,
conversa
y bebe
Y no me hallo entre la multitud.
Quiero volver a mi realidad
Y mis ojos llorosos me pesan,
Obstinados no me obedecen.
Sigo buscando sin encontrarme
Y mis oídos no responden,
O tal vez no quieren oír.
Me llamo y respondo
con palabras mudas.
Sigo buscando con lágrimas
que no brotan
Y corro y persigo sombras
que se escabullen.
Y mi cuerpo no transpira ni se agita.
Quiero escuchar tu tranquila voz,
Quiero aspirar tu respirar
Enredando desinhibida
Los vellos de mi pecho.
Quiero lo que he querido siempre
Y siento que viajo como aire,
Sin peso,
Sin olor,
Sin sabor,
Sin oír.
Y quiero gritar,
También llorar
O tan sólo que respondas.
Pero nada de nada,
Y sigo sordo
Y sigo ciego,
Y sigo mudo,
El viaje es cada vez más lento,
Sin retorno,
Sin pausa,
No parece que viajara,
Pero sé que me alejo
Aun cuando no quiera irme.
Pasan minutos ineludibles
Que se hacen horas largas.
Busco la manera de retornar
Y no se abren mis ojos,
Y no escuchan mis oídos,
Y no sienten mis manos,
Y no responden mis piernas,
¿Estaré acaso ya muerto?
Qué ha pasado, ¡Dios!,
No tengo retorno.
Estoy viajando al final
De una meta no trazada.
Quiero regresar y volverte a ver
Y ¡oh! no hay como tu voz oír.
La vida, mi vida, tu vida
Se siguen extinguiendo,
Apagando lentamente,
Pero… qué alegría,
No dejo de pensar en ti.
Sin embargo, ahora, ¡qué pena!
Timbra el despertador
De un viejo celular familiar,
Timbra, timbra y timbra
Y despierto sobresaltado,
Mis ojos asombrados,
Con temor reprimido,
Recorren paredes,
Techos y armarios conocidos.
Ahora, mis oídos responden,
Me paro incrédulo
Y salgo transpirado
Temeroso a respirar hondo,
Inhalo profundo,
Mis pulmones responden,
Hasta que, acariciando
mi piel fría y sudorosa
Comprendo, alegre y feliz,
que estoy igual que ayer,
Terminando de vivir
Mi sueño una vez más.
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Poema publicado el 12 de Noviembre de 2014
¡SUEÑOS DEL ALMA!
Voy a cerrar con calma mis ojos,
Dejaré que mi imaginación
Solícita y cómplice me traslade
A las brumas del recuerdo
De cualquier día, mes o año.
Estoy en mi nebuloso pasado,
Agitado,
tenso,
pausado,
Me busco entre la gente que ríe,
Canta,
baila,
conversa
y bebe
Y no me hallo entre la multitud.
Quiero volver a mi realidad
Y mis ojos llorosos me pesan,
Obstinados no me obedecen.
Sigo buscando sin encontrarme
Y mis oídos no responden,
O tal vez no quieren oír.
Me llamo y respondo
con palabras mudas.
Sigo buscando con lágrimas
que no brotan
Y corro y persigo sombras
que se escabullen.
Y mi cuerpo no transpira ni se agita.
Quiero escuchar tu tranquila voz,
Quiero aspirar tu respirar
Enredando desinhibida
Los vellos de mi pecho.
Quiero lo que he querido siempre
Y siento que viajo como aire,
Sin peso,
Sin olor,
Sin sabor,
Sin oír.
Y quiero gritar,
También llorar
O tan sólo que respondas.
Pero nada de nada,
Y sigo sordo
Y sigo ciego,
Y sigo mudo,
El viaje es cada vez más lento,
Sin retorno,
Sin pausa,
No parece que viajara,
Pero sé que me alejo
Aun cuando no quiera irme.
Pasan minutos ineludibles
Que se hacen horas largas.
Busco la manera de retornar
Y no se abren mis ojos,
Y no escuchan mis oídos,
Y no sienten mis manos,
Y no responden mis piernas,
¿Estaré acaso ya muerto?
Qué ha pasado, ¡Dios!,
No tengo retorno.
Estoy viajando al final
De una meta no trazada.
Quiero regresar y volverte a ver
Y ¡oh! no hay como tu voz oír.
La vida, mi vida, tu vida
Se siguen extinguiendo,
Apagando lentamente,
Pero… qué alegría,
No dejo de pensar en ti.
Sin embargo, ahora, ¡qué pena!
Timbra el despertador
De un viejo celular familiar,
Timbra, timbra y timbra
Y despierto sobresaltado,
Mis ojos asombrados,
Con temor reprimido,
Recorren paredes,
Techos y armarios conocidos.
Ahora, mis oídos responden,
Me paro incrédulo
Y salgo transpirado
Temeroso a respirar hondo,
Inhalo profundo,
Mis pulmones responden,
Hasta que, acariciando
mi piel fría y sudorosa
Comprendo, alegre y feliz,
que estoy igual que ayer,
Terminando de vivir
Mi sueño una vez más.
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