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Media noche. - Poemas de Carlos Ignacio



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Categoría: Poemas de Amor
Media noche.
Poema publicado el 24 de Julio de 2011

La desamparada historia de una pareja y una maldición, ella moriría si no estaba junto a él antes de la Media noche, y sus temores se lograron hacer realidad muriendo en sus brazos.



Abre los ojos y sal de una vez,

Procura darte prisa que no se vaya a escapar,

te dolerá si no lo vuelves a ver,

ya que él es tu pareja ideal.



Mírate al espejo,

sonríe cuando veas el amanecer,

hoy no es un día de esos,

hoy toca verlo a él.



A pesar de no ser normal,

es capaz de entregarte el corazón,

evítale defraudar,

y que perdure el amor.



Agarra tu vestido,

no lo vayas a pisar,

oculta los tejidos,

para que puedas aparentar.



Es la triste historia,

de un desenlace fatal,

lo que quería era gloria,

y consiguió algo más.



Ya era media noche,

la Luna se alineó,

los lobos aulladores,

y un marchito girasol.



Seca esas gotas que empiezan a brotar,

no permitas que vea tu tristeza,

pues probablemente contigo no estará,

y sólo quedarán recuerdos de lo que antes eran.



Cuando lo tengas cerca ve y abrázalo,

lo que siente tu corazón susúrraselo al oído,

deja que la verdad fluya poco a poco,

verás que así estarán siempre unidos.



El reloj marca casi las doce,

la maldición está por cumplir,

y aunque sus labios rocen,

en ese instante podría morir.



Ignora el sonar de las manecillas,

alístate pues vendrá lo mejor,

te dará un ramo de flores amarillas,

y el beso eterno de amor.



La lluvia cae con mucha soledad,

pisa con cuidado cada escalón,

no vayas a resbalar,

y ten mucho cuidado por favor.



Alivia tus heridas,

que ya pronto lo verás,

te regalará su vida,

a cambio de tu fidelidad.



Ella corría desesperada,

los relojes estaban avanzando,

instantes sólo le quedaban,

para que ocurriera lo jamás deseado.



Debían de romper la maldición,

antes de que el tiempo terminara,

existía una única solución,

y era consiguiendo que se besaran.



Fue en ese día de lluvia,

fue esa la maldición,

fue aquel sentimiento el antídoto,

al cual le llaman amor.



Los relámpagos cobraron vida,

y brillaban con intensidad,

del cielo vuelan chispas,

que anuncian un principio o el final.



No hay ya marcha atrás,

será ahora o nunca,

su hechizo se romperá,

si sus manos ayudan.



Él la seguía esperando con desesperación,

pues no iba a dejarla morir,

aquella noche algo ocurrió,

y no fue un final feliz.



Ya era muy tarde,

y ella iba corriendo hacia él,

dos negras aves,

esperaban a que pudiera perecer.



Finalmente la hora se había llegado,

veremos si es realidad,

tómala muy fuerte de la mano,

es ahora cuando la puedes salvar.



Las miradas estrecharon con delicadeza,

sus suspiros empezaron a desaparecer,

aquí se cumple la gran promesa,

de aquellos que prometió alguna vez.



El beso que rompería todo hizo su aparición,

tan sólo quedaba esperar,

si es que algún efecto causó,

y todo volvería a ser igual.



Así pues el notó que le faltaba aliento,

la maldición consumió la vida de su amada,

de rodillas iba desvaneciendo,

daba gritos al cielo mientras lloraba.



En sus brazos estaba ya con los ojos cerrados,

falleció en brazos de su eterno amor,

la condena la había matado,

llevó consigo todo su corazón.


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