Mi faro
Poema publicado el 18 de Marzo de 2010
Eres el faro que muestra mi camino
Más aún el viento que infla mi vela
Para hacer andar mi barco,
Y si algún día significo algo para ti, mi existencia será suprema.
Lamento mucho no ser nada para ti,
Si a duras penas sabes que existo,
Pero tú eres la existencia que sostiene la mía.
Y en el mundo que he construido para ti
hay letreros que te dan la bienvenida,
hay rosas tan bellas como solo puedes ser tú, te espero como el rio espera encontrar el mar.
Tus ojos son la luz que me muestra la verdad,
Tu recuerdo es la fuerza que me permite vencer,
Y tu; más que tu belleza es lo que llena mi vida de sentido.
Gracias a ti deidad terrenal,
Sé que el horizonte último que debo conquistar
Es el honor de ir contigo hacia la eternidad.
Existo para estar a tu lado,
Para conquistar el firmamento en tu nombre,
Para nombrar los mares en tu memoria,
Para mostrar que tu belleza es mayor que la más alta cumbre.
Y es que ni Elena, ni Amalia, ni remedios la bella,
Ni siquiera las musas que inspiraron a Borges o a Neruda,
Se comparan con tu hermosura,
Cuando tiene el placer de alumbrarla la luna.
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Poema publicado el 18 de Marzo de 2010
Eres el faro que muestra mi camino
Más aún el viento que infla mi vela
Para hacer andar mi barco,
Y si algún día significo algo para ti, mi existencia será suprema.
Lamento mucho no ser nada para ti,
Si a duras penas sabes que existo,
Pero tú eres la existencia que sostiene la mía.
Y en el mundo que he construido para ti
hay letreros que te dan la bienvenida,
hay rosas tan bellas como solo puedes ser tú, te espero como el rio espera encontrar el mar.
Tus ojos son la luz que me muestra la verdad,
Tu recuerdo es la fuerza que me permite vencer,
Y tu; más que tu belleza es lo que llena mi vida de sentido.
Gracias a ti deidad terrenal,
Sé que el horizonte último que debo conquistar
Es el honor de ir contigo hacia la eternidad.
Existo para estar a tu lado,
Para conquistar el firmamento en tu nombre,
Para nombrar los mares en tu memoria,
Para mostrar que tu belleza es mayor que la más alta cumbre.
Y es que ni Elena, ni Amalia, ni remedios la bella,
Ni siquiera las musas que inspiraron a Borges o a Neruda,
Se comparan con tu hermosura,
Cuando tiene el placer de alumbrarla la luna.
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