La clandestina
Qué lástima no ser tuya,
qué lástima que no seas mío.
No me gusta pedir prestado
ni tenerte en lo sombrío.
Qué suerte que tiene ella
ha ganado en este trío,
porque tiene un amor
y yo, tengo un amigo.
Cuando estoy sola lloro mucho,
aunque a tu lado siempre me río.
No sabes como me cuesta
ocultarme de este vacío.
No tuve la dignidad insuficiente
para jugar este partido,
prefiero mirarlo desde afuera
y ojalá, lo des vos por perdido.
Ni siquiera puedo enojarme,
nada me has prometido.
Espero hasta donde pueda
a ver qué decide el destino.
Qué lástima no ser tuya,
qué lástima que no seas mío.
Esta amistad es una mentira…
por favor, quedate conmigo.
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