Lo que nunca te dije.
Poema publicado el 05 de Septiembre de 2014
Ayer sentada en ese banco, en donde siempre solía estar a tu lado,
en ese trozo de dolor, que tarde a tarde me sentaba debido a tu mal humor,
y a tus reproches culpándome de mi error, de mi vida y de mi sentir,
sentada ahí me empecé a hundir en eso que los humanos llaman tristeza,
y que para mí ya se ha hecho una forma de vida,
en los días más alegres lloro y en los días más tristeza sonrío al recordarte,
no sé si fuiste tú o si fui yo, ese amor que nunca se dio, y el cariño
que se esfumó con el soplo de la vida que tenías y mis gritos
y mi arrebato por ya no sentir nada, ni ganas de vivir, menos de sonreír.
Ayer recordé que hay cosas que nunca te dije,
cosas que me queman el alma, cosas que duelen y que hoy me hacen esperarte
cada tarde, sentada en ese trozo de dolor y sufrimiento,
en donde recuerdo vagamente,
tu escasa sonrisa, tus duras palabras y tu falta de entusiasmo por disfrutar la vida.
Veo el sendero y no apareces, y ya cansada de esperar duermo
y así, transcurre mi vida. Han pasado años
y hoy silencio las palabras que nunca te dije,
me carcomo los labios cuando las lágrimas llegan a mis mejillas
y sigo aquí esperando tu llegada por ese sendero,
y es una espera vana porque sé que nunca volverás.
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Poema publicado el 05 de Septiembre de 2014
Ayer sentada en ese banco, en donde siempre solía estar a tu lado,
en ese trozo de dolor, que tarde a tarde me sentaba debido a tu mal humor,
y a tus reproches culpándome de mi error, de mi vida y de mi sentir,
sentada ahí me empecé a hundir en eso que los humanos llaman tristeza,
y que para mí ya se ha hecho una forma de vida,
en los días más alegres lloro y en los días más tristeza sonrío al recordarte,
no sé si fuiste tú o si fui yo, ese amor que nunca se dio, y el cariño
que se esfumó con el soplo de la vida que tenías y mis gritos
y mi arrebato por ya no sentir nada, ni ganas de vivir, menos de sonreír.
Ayer recordé que hay cosas que nunca te dije,
cosas que me queman el alma, cosas que duelen y que hoy me hacen esperarte
cada tarde, sentada en ese trozo de dolor y sufrimiento,
en donde recuerdo vagamente,
tu escasa sonrisa, tus duras palabras y tu falta de entusiasmo por disfrutar la vida.
Veo el sendero y no apareces, y ya cansada de esperar duermo
y así, transcurre mi vida. Han pasado años
y hoy silencio las palabras que nunca te dije,
me carcomo los labios cuando las lágrimas llegan a mis mejillas
y sigo aquí esperando tu llegada por ese sendero,
y es una espera vana porque sé que nunca volverás.
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