Abundancia
Poema publicado el 18 de Mayo de 2011
Me sobran los días de un futuro muy incierto,
las ganas de unos brazos que acaricien estos huesos.
Me sobran de esta carne los pellejos,
que a diario sufren tu partida.
Me sobra esta vida enquistada en mis ideas,
estas penas que lloran porque las veas.
Me sobran mil anhelos de emprender la contienda,
mil intentos por hacer que entiendas que te necesito;
aire para emprender el grito de batalla cada mañana.
Me sobran ojos para colgarlos en la ventana
esperando tu llegada.
Me sobran manos que acarician tu recuerdo,
pasos para seguir tus pisadas,
miradas que se extravían en el pasado,
escudos fragmentados que protegen mis anhelos.
Le sobran desvelos a estos ojos;
le sobran rimas a mis versos,
y días a mi vida.
Le sobran dedos a mis manos,
espacio a mis abrazos;
le sobran pies a estos pasos
que me conducen a tu destino.
Le sobran caricias a mis almohadas,
impulso a mis pisadas,
materia gris a este corazón.
Le sobra ilusión a esta urgencia
y ambición a mi futuro;
le sobran piedras a ese muro
que le pones al amor.
Le sobran minutos a mis horas,
horas a mis días,
y frutos a esta poesía
que provocas con tu ausencia.
Me sobra tanto en esta vida,
desde que anunciaste tu partida,
que me falta tu presencia.
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Poema publicado el 18 de Mayo de 2011
Me sobran los días de un futuro muy incierto,
las ganas de unos brazos que acaricien estos huesos.
Me sobran de esta carne los pellejos,
que a diario sufren tu partida.
Me sobra esta vida enquistada en mis ideas,
estas penas que lloran porque las veas.
Me sobran mil anhelos de emprender la contienda,
mil intentos por hacer que entiendas que te necesito;
aire para emprender el grito de batalla cada mañana.
Me sobran ojos para colgarlos en la ventana
esperando tu llegada.
Me sobran manos que acarician tu recuerdo,
pasos para seguir tus pisadas,
miradas que se extravían en el pasado,
escudos fragmentados que protegen mis anhelos.
Le sobran desvelos a estos ojos;
le sobran rimas a mis versos,
y días a mi vida.
Le sobran dedos a mis manos,
espacio a mis abrazos;
le sobran pies a estos pasos
que me conducen a tu destino.
Le sobran caricias a mis almohadas,
impulso a mis pisadas,
materia gris a este corazón.
Le sobra ilusión a esta urgencia
y ambición a mi futuro;
le sobran piedras a ese muro
que le pones al amor.
Le sobran minutos a mis horas,
horas a mis días,
y frutos a esta poesía
que provocas con tu ausencia.
Me sobra tanto en esta vida,
desde que anunciaste tu partida,
que me falta tu presencia.
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