"oda a la mujer"
Poema publicado el 15 de Febrero de 2012
En tu vientre fui a explorar
por cada abrazo en tus pieles de cristal
cada piel tiene su fe
toda mujer un mismo sol
cada hombre de una mujer necesita
porque en cada centímetro de tu cintura el mundo gira
sueles ser modelo cuando el cielo está apagado.
Por cada mujer que deja el tren
un desierto aplaude de pie
en tu cabello el acantilado donde necesite beber
desde las puntas exaltadas hasta la raíz de la vejez.
Fuiste niña, luego mujer, has sido soporte
y sensatez
en ti yo me hallo un hombre fuerte, y es en ti que los hombres necesitan creer
por cada pestaña una oda y por cada lagrima una ola
mujer que has sido guerrera y que te has vuelto odisea, mujer que llenas las grietas y en flores te avientas
por ti estoy rendido, a la mujer madre y la mujer amiga, la que acompaña noche y día siempre con un beso en la mejilla.
En tus pupilas la avena y el trigal
en tus palabras mi camino a casa
en cada mujer existe un mar de albedríos
y en cada almuerzo un corazón tibio.
A ti el bosque de mi padre
la gloria de las aguas
porque en cada mujer la belleza es sublime
y por una mujer, cae el sol lentamente esta tarde.
del poemario
"La aventura del fluor"
2012
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Poema publicado el 15 de Febrero de 2012
En tu vientre fui a explorar
por cada abrazo en tus pieles de cristal
cada piel tiene su fe
toda mujer un mismo sol
cada hombre de una mujer necesita
porque en cada centímetro de tu cintura el mundo gira
sueles ser modelo cuando el cielo está apagado.
Por cada mujer que deja el tren
un desierto aplaude de pie
en tu cabello el acantilado donde necesite beber
desde las puntas exaltadas hasta la raíz de la vejez.
Fuiste niña, luego mujer, has sido soporte
y sensatez
en ti yo me hallo un hombre fuerte, y es en ti que los hombres necesitan creer
por cada pestaña una oda y por cada lagrima una ola
mujer que has sido guerrera y que te has vuelto odisea, mujer que llenas las grietas y en flores te avientas
por ti estoy rendido, a la mujer madre y la mujer amiga, la que acompaña noche y día siempre con un beso en la mejilla.
En tus pupilas la avena y el trigal
en tus palabras mi camino a casa
en cada mujer existe un mar de albedríos
y en cada almuerzo un corazón tibio.
A ti el bosque de mi padre
la gloria de las aguas
porque en cada mujer la belleza es sublime
y por una mujer, cae el sol lentamente esta tarde.
del poemario
"La aventura del fluor"
2012
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