Penetracion (segunda parte: segunda entrega)
Poema publicado el 06 de Marzo de 2013
PENETRACION (Segunda Parte: segunda entrega)
Y esa oración inclemente
De Dios finalmente escuchada
Calmó el clamor impaciente
Al ser tú de amor colmada
Luego el milagro advino
Y tú fuiste poseída
Tu vulva muy candorosa
Recibió el pan y el vino
Te penetré, te poseí, te amé
Con un loco desenfreno
Sin reparo en el terreno
Fui brutal como tierno amante
Tú gemías a cada orgasmo
Sin cesar pidiendo amores
Alejando los temores
Me decías qué rico espasmo
Pero que si, pero que no, no más espera
Titubeando me recibiste
Y de repente el embiste
Se dio porque así lo era
Los encantos más celestiales
Nos brindaron compañía
Y la más grande sinfonía
Entonaron los arcángeles
Vientos, nubes y tornados
Escoltaron la lujuria
Nuestros cuerpos abrazados
Alejaron cualquier penuria
El sol inmenso y lejano
Su calor nos excitaba
La luna muy agitada
Nos alegraba en su claro
Las montañas y llanuras
Reverdecían sus colores
Para endulzar sinsabores
De románticas travesuras
Al cobijo de la noche
Y del manto tan luminoso
Esparcíamos el derroche
De palabras y grandes besos
¿Cómo no estar cielos y tierra
Colinas y valles todas
Montes, estrellas y abismos
Contentos de nuestras cuitas?
Solamente conocemos
Que la pasión enfervoriza
Que los ánimos se estremecen
Qué pensamientos tenemos
Cuando llegado el momento
Después de fustigar los instantes
De acicalar los lamentos
Y acorralar los amantes
Viene la débil grandeza
De entregarse en mutuo abismo
De dejar de ser uno mismo
Y desnudar la realeza
GONZALO MERINO PEREZ
Doctor en leyes, poeta, novelista,
De mi poemario “Perdido en el Sendero”,
Con un saludo.
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Poema publicado el 06 de Marzo de 2013
PENETRACION (Segunda Parte: segunda entrega)
Y esa oración inclemente
De Dios finalmente escuchada
Calmó el clamor impaciente
Al ser tú de amor colmada
Luego el milagro advino
Y tú fuiste poseída
Tu vulva muy candorosa
Recibió el pan y el vino
Te penetré, te poseí, te amé
Con un loco desenfreno
Sin reparo en el terreno
Fui brutal como tierno amante
Tú gemías a cada orgasmo
Sin cesar pidiendo amores
Alejando los temores
Me decías qué rico espasmo
Pero que si, pero que no, no más espera
Titubeando me recibiste
Y de repente el embiste
Se dio porque así lo era
Los encantos más celestiales
Nos brindaron compañía
Y la más grande sinfonía
Entonaron los arcángeles
Vientos, nubes y tornados
Escoltaron la lujuria
Nuestros cuerpos abrazados
Alejaron cualquier penuria
El sol inmenso y lejano
Su calor nos excitaba
La luna muy agitada
Nos alegraba en su claro
Las montañas y llanuras
Reverdecían sus colores
Para endulzar sinsabores
De románticas travesuras
Al cobijo de la noche
Y del manto tan luminoso
Esparcíamos el derroche
De palabras y grandes besos
¿Cómo no estar cielos y tierra
Colinas y valles todas
Montes, estrellas y abismos
Contentos de nuestras cuitas?
Solamente conocemos
Que la pasión enfervoriza
Que los ánimos se estremecen
Qué pensamientos tenemos
Cuando llegado el momento
Después de fustigar los instantes
De acicalar los lamentos
Y acorralar los amantes
Viene la débil grandeza
De entregarse en mutuo abismo
De dejar de ser uno mismo
Y desnudar la realeza
GONZALO MERINO PEREZ
Doctor en leyes, poeta, novelista,
De mi poemario “Perdido en el Sendero”,
Con un saludo.
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