Ante tu muerte
Poema publicado el 29 de Julio de 2011
Hiéreme cruel látigo de la vida
Desaparece para siempre
De mi faz la dulce sonrisa
Cubre mi camino sombra lúgubre
De donde emerge violenta la desdicha.
Ante ti ¡oh! Parca indolente
Se abraza mi corazón atemorizado
¿Cuándo para ti se está preparado,
Si llegas siempre amarga y silente?
Arrancas de lo bello la mejor parte
Vidas fructuosas conviertes en polvo
Campos floridos conviertes en yermos
De impiedad y de desdichas se forman tus huestes.
Amor y rencores ahora yacen vanos
Valores, triunfos y logros también
Con el inexorable paso de tu mano
Acaba el aliento de los hombres de bien.
Te pienso y se ahoga mi pecho
Sucumbo al miedo por saberte cierta,
Segura, ineludible a toda vida
Fin de la razón y el pensamiento.
Te espero entonces con angustia
A hacer de mí lo que a ella
Que fue la luz de mi vida y el sustento
Capaz de mantenerme ante lo cruento.
Tómame entonces cuando convenga
Mi vida por ti tan sólo espera
Oscurece mi alma como la de ella
Al eterno fin de la existencia.
Hiéreme cruel látigo de la vida
Desaparece para siempre
De mi faz la dulce sonrisa
Cubre mi camino sombra lúgubre
De donde emerge violenta la desdicha.
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Poema publicado el 29 de Julio de 2011
Hiéreme cruel látigo de la vida
Desaparece para siempre
De mi faz la dulce sonrisa
Cubre mi camino sombra lúgubre
De donde emerge violenta la desdicha.
Ante ti ¡oh! Parca indolente
Se abraza mi corazón atemorizado
¿Cuándo para ti se está preparado,
Si llegas siempre amarga y silente?
Arrancas de lo bello la mejor parte
Vidas fructuosas conviertes en polvo
Campos floridos conviertes en yermos
De impiedad y de desdichas se forman tus huestes.
Amor y rencores ahora yacen vanos
Valores, triunfos y logros también
Con el inexorable paso de tu mano
Acaba el aliento de los hombres de bien.
Te pienso y se ahoga mi pecho
Sucumbo al miedo por saberte cierta,
Segura, ineludible a toda vida
Fin de la razón y el pensamiento.
Te espero entonces con angustia
A hacer de mí lo que a ella
Que fue la luz de mi vida y el sustento
Capaz de mantenerme ante lo cruento.
Tómame entonces cuando convenga
Mi vida por ti tan sólo espera
Oscurece mi alma como la de ella
Al eterno fin de la existencia.
Hiéreme cruel látigo de la vida
Desaparece para siempre
De mi faz la dulce sonrisa
Cubre mi camino sombra lúgubre
De donde emerge violenta la desdicha.
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