1 votos
1 visitas/día
5180 dias online

Palabras a una hija adolescente (2) - Poemas de Heber Silva



Poemas » heber silva » palabras a una hija adolescente (2)




Palabras a una hija adolescente (2)
Poema publicado el 08 de Diciembre de 2009

Hija:
        Ven aquí, siéntate, no temas, soy tu padre, no voy a hacerte daño,
¿por qué no me miras?, déjame ver tus ojos, me ocultas algo y no sé que es, pero lo siento, hay una sombra en ellos que nunca, nunca estuvo allí.
Has comenzado a salir con tus amigos, reuniones, bailecitos, algunas trasnochadas, incluso una o dos veces salieron de acampada, pero hasta ahora jamás me habías rehuido la mirada, pero veo que no es aquí, aquí no pasa nada.
       Presiento que no debe ser una gran pena, ni un gran dolor, pero me asusta, porque así empezamos a alejarnos, y yo no quiero perderte, ni quiero que me pierdas, no, eso jamás, me moriría.
Me gusta estar contigo, que sin atosigarte sepas que aquí estoy, que siento tus pesares, también tus alegrías, que quiero ser tu guía en esta etapa dura que es la adolescencia, que nunca, nunca dejes de buscarme cuando me necesites, que aunque me veas distante, como en otra cosa, yo siempre estoy aquí, alerta y vigilante, para darte mi mano cuando sea necesario.
No dejes que mis propias penas, mis asuntos de “adulto”, me distraigan, me puedes ver lejano y pensativo, sumido en los problemas de un mundo que aun ignoras, pero ven hacia mí, tiende tu mano como un puente y permíteme pasar al otro lado, que allí en la otra orilla, tú orilla, seré otra vez niño, adolescente, romántico, inocente, aquel que compartió tus miedos y tus dudas infantiles, el que sostuvo tus primeros e inseguros pasos, el que cantó sin tener voz, tus nanas y cantos preferidos.
En fin, el que estuvo contigo hasta este día, y quiere seguir siendo para ti, la luz del faro, la ensenada más tranquila, dónde puedas anclar tu nave, hermoso velero que surca las aguas del mar de la vida, cuando sientas que precisas reponer fuerzas, cuando sientas que necesitas un amigo que te aconseje o cuando quieras simplemente que te amen, para eso simplemente tiende tu mano, aquí estará la mía.
       Ya veo en tus ojos un cambio increíble, en vez de sombras miles de estrellitas le dan ese brillo que tanto me gusta, pero… ¿qué ocurre, lloras?, ¡ah! es de alegría, ¿no había una pena?, ¿fue un malentendido?, ¿si estaba enojado?, no, no estaba enojado, es mi forma de hablar algunas veces, cuando pienso que no nos entendemos.
Pero ven, no llores más, dame un abrazo, también un beso y sellemos de esta forma nuestro pacto, yo estaré aquí mientras exista y tú me buscarás si me precisa.


                                                        Tu padre.


¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.




 Compartir
Redes sociales
Facebook Twitter Google Bookmark MySpace Fresqui Meneame