56 votos
1 visitas/día
4207 dias online

Alegato de la mente, en juicio al corazón - Poemas de Jacob Neruda Unamuno (israel Puentes Yévenes)



Poemas » jacob neruda unamuno (israel puentes yevenes) » alegato de la mente en juicio al corazon




Categoría: Poemas de Amor
Alegato de la mente, en juicio al corazón
Poema publicado el 03 de Octubre de 2012

Alegato de la mente, en juicio al corazón

Señor Juez:
Me presento: Soy la Mente, y vivo
y vengo del cerebro, que es mi casa y cuerpo.
Acuso a ese señor que está sentado ahí…,
con cara de: “yo no fui”,
que se hace llamar corazón.
Lo acuso de traición.

Como soy la mente y cerebro
casi no descanso…
Porque siempre estoy despierto.
Porque aún durmiendo…
Estoy pensando…
Siempre pensando en ella,
que está dentro de mí,
como invitada de piedra.
Y alega ser mi dueña…
No entiende que tengo otras cosas
Que debo analizar
Otros deberes en que pensar
Pero no le interesa.
Desde que un día la recibí…
No se ha querido marchar.
Ahora estoy desesperado,
porque dice que no se irá;
que se quedará para siempre.

Por favor Sr. Juez:
Ya no puedo más…
Ya no soporto más…
Me está volviendo loco.
Pido a su excelencia:
Que envíe a la policía;
que envíe un escuadrón de asalto
y la saquen por la fuerza.
Quiero ser libre nuevamente
para pensar en lo que quiera…
Y en la que yo quiera.
Aunque sé que ella hará lo que sea…,
para que siempre la recuerde.

Por eso acuso a ese señor…
Que sigue sentado ahí…,
con esa cara de “yo no fui”.
El me la presentó…, el es su cómplice;
porque me dijo que se enamoró.
¡Y qué se cree ese señor, que se hace llamar corazón!
¡Qué puede traerme a quién quiera!
Sin pedirme permiso,
sin pedirme siquiera mi opinión.
Y luego se hace dibujar por el público;
haciéndose el muy lindo,
haciéndose el muy querido; y lo logra.
Tanto así…, que lo pintan, lo adornan
y lo han convertido en el icono del cariño;
en el rey del amor;
y de todos los enamorados, se ha hecho el símbolo.
Por eso es un ególatra, un engreído,
un pedante, un presumido.
Y como si fuera poco…
Lo envuelven y lo regalan,
y hasta le cantan, y de él se enamoran.
A veces lo compran, y hasta lo roban.
Y sigue sentado ahí…, el muy cínico;
con esa cara de “yo no fui”.

Mientras yo…, la mente,
de la mano del cerebro vivo pensando,
y nunca descanso;
porque aunque esté dormida,
te sigo imaginando y recordando.
Pero nadie se acuerda de mí,
nadie me dibuja, nadie me pinta;
nadie me envuelve y adorna.
No les intereso a los artistas.
Nadie me compra, nadie me roba;
nadie me regala, nadie me canta;
nadie de mi se enamora.
Por culpa de ese corazón egoísta.

Por eso Sr. Juez:
Pido para él, el máximo castigo;
la máxima condena.
Creo que se merece: “cadena perpetua”.
Así descansaré un poco de él…
De ese arbitrario corazón
Porque ahora yo seré el rey…

Jacob Neruda Unamuno


¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.




 Compartir
Redes sociales
Facebook Twitter Google Bookmark MySpace Fresqui Meneame