Paisaje
Poema publicado el 28 de Agosto de 2012
PAISAJE
El sol se adueñaba de la tarde
y nos invitaba a ocultarnos
en las sombras que dibujaba
en el paisaje
El ruido del mar
una brisa suave
que hacía danzar
las hojas de los árboles
El sonido del agua
de un pequeño río
que bajaba escondido
por entre los matorrales
que iba feliz
cantando y riendo
saltando y corriendo
La naturaleza expectante
parecía llamarnos
con su magia, con su encanto
a ser parte del paisaje
Y ella junto a mí
se veía tan mujer
y a la vez tan nueva y tan tierna
¡tan hermosa, tan perfecta!
¡Tan irreal!
Como sacada de un cuento
Pero tomada de mi mano
era mía
Me lo decía el ruido leve de sus pasos
avanzando junto a los míos.
Me lo decía el murmullo del mar
y las olas que corrían hacia ella
para jugar entre sus piernas,
para acariciar su cuerpo de sirena
Me lo decían sus huellas
dibujadas en la húmeda arena
Lo leía en su sonrisa
que alegraba mi vida
que iluminaba mi alma
que atrapaba el brillo de las estrellas
en su cara
Me lo decía su mirada
cómplice y aventurera
me lo decía su risa fina
que hacía trinar a los pájaros
que hacía cantar las cigarras
me lo decían sus abrazos
me lo decía su boca
cuando la besaba
me lo decía su piel suave
cuando la acariciaba
Y siendo ella ya hermosa
parecía aún mas bella
en ese paraje edénico
que hicimos nuestro…
Allí disfruté del dulzor de sus besos
Un momento y lugar ideal
en que no necesitamos palabras
para entendernos
un lugar que encontramos
explorando caminos nuevos
Un lugar que hoy me hace recordar
ese silencio casi perfecto
ese silencio casi total
que fue aliado de nuestros besos
y caricias sin estrenar
que se alborotaron en su cuerpo
cuando el amor se adueñó
de nuestro corazón
de nuestra mente
y nos llevó a volar juntos de la mano
por otra dimensión
más allá del universo
donde no existe el tiempo ni el reloj
donde no existe nada más
que la exaltación del amor
y de los sentimientos
¡Qué maravillosa sensación!
¡Qué mágico placer de abandono!
¡Qué olvido tan recordado…!
Ahora no sé si ella aún me amará
si acaso me querrá como entonces...
Lo que sí sé
es que, ¡cómo yo la amaba!
Amor así... solo ella conoce
porque yo se lo di
También sé, que como yo
no olvidará nuestro pequeño río
no olvidará nuestro sendero
que nos alejaba de la playa
serpenteando entre los árboles
y los matorrales
hasta llegar a nuestro nido
No olvidará nuestro paradisíaco paisaje
no olvidará el sol escondiéndose
en el horizonte del océano
y ella y yo caminando
por la playa de la mano.
Jacob Neruda Unamuno
Chile
Derechos Reservados
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Poema publicado el 28 de Agosto de 2012
PAISAJE
El sol se adueñaba de la tarde
y nos invitaba a ocultarnos
en las sombras que dibujaba
en el paisaje
El ruido del mar
una brisa suave
que hacía danzar
las hojas de los árboles
El sonido del agua
de un pequeño río
que bajaba escondido
por entre los matorrales
que iba feliz
cantando y riendo
saltando y corriendo
La naturaleza expectante
parecía llamarnos
con su magia, con su encanto
a ser parte del paisaje
Y ella junto a mí
se veía tan mujer
y a la vez tan nueva y tan tierna
¡tan hermosa, tan perfecta!
¡Tan irreal!
Como sacada de un cuento
Pero tomada de mi mano
era mía
Me lo decía el ruido leve de sus pasos
avanzando junto a los míos.
Me lo decía el murmullo del mar
y las olas que corrían hacia ella
para jugar entre sus piernas,
para acariciar su cuerpo de sirena
Me lo decían sus huellas
dibujadas en la húmeda arena
Lo leía en su sonrisa
que alegraba mi vida
que iluminaba mi alma
que atrapaba el brillo de las estrellas
en su cara
Me lo decía su mirada
cómplice y aventurera
me lo decía su risa fina
que hacía trinar a los pájaros
que hacía cantar las cigarras
me lo decían sus abrazos
me lo decía su boca
cuando la besaba
me lo decía su piel suave
cuando la acariciaba
Y siendo ella ya hermosa
parecía aún mas bella
en ese paraje edénico
que hicimos nuestro…
Allí disfruté del dulzor de sus besos
Un momento y lugar ideal
en que no necesitamos palabras
para entendernos
un lugar que encontramos
explorando caminos nuevos
Un lugar que hoy me hace recordar
ese silencio casi perfecto
ese silencio casi total
que fue aliado de nuestros besos
y caricias sin estrenar
que se alborotaron en su cuerpo
cuando el amor se adueñó
de nuestro corazón
de nuestra mente
y nos llevó a volar juntos de la mano
por otra dimensión
más allá del universo
donde no existe el tiempo ni el reloj
donde no existe nada más
que la exaltación del amor
y de los sentimientos
¡Qué maravillosa sensación!
¡Qué mágico placer de abandono!
¡Qué olvido tan recordado…!
Ahora no sé si ella aún me amará
si acaso me querrá como entonces...
Lo que sí sé
es que, ¡cómo yo la amaba!
Amor así... solo ella conoce
porque yo se lo di
También sé, que como yo
no olvidará nuestro pequeño río
no olvidará nuestro sendero
que nos alejaba de la playa
serpenteando entre los árboles
y los matorrales
hasta llegar a nuestro nido
No olvidará nuestro paradisíaco paisaje
no olvidará el sol escondiéndose
en el horizonte del océano
y ella y yo caminando
por la playa de la mano.
Jacob Neruda Unamuno
Chile
Derechos Reservados
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