7 votos
1 visitas/día
5574 dias online

El testamento - Poemas de John Donne



Poemas » john donne » el testamento




El testamento
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008

Antes que exhale mi último suspiro, deja, Amor,
que revele mi legado. Es mi voluntad legar
a Argos mis ojos, si mis ojos pueden ver.
Si están ciegos, Amor, a ti te los entrego;
A la Fama doy mi lengua; a embajadores, mis oídos;               
a mujeres, o a la mar, mis lágrimas.
Tú, Amor, me has enseñado
al hacerme amar a aquella que a veinte más tenía,
que a nadie debía dar, sino a quien tenía demasiado.
              
Mi constancia entrego a los planetas;
mi verdad, a quienes viven en la Corte;
mi ingenuidad y franqueza
a los jesuitas; a los bufones, mi ensimismamiento;
mi silencio, a quien haya estado fuera;
mi dinero, al capuchino.               
Tú, Amor, me has enseñado, al instarme a amar
allí donde amor no es recibido,
a dar sólo a quienes tienen incapacidad probada.
              
Mi fe entrego a los católicos;
mis buenas obras, todas, a los cismáticos
de Amsterdam; mis mejores modales,
mi cortesía, a la universidad;
mi modestia doy al soldado raso.
Compartan los jugadores mi paciencia.
Tú, Amor, me has enseñado, al hacerme amar               
a aquella que dispar mi amor entiende,
a dar sólo a quienes tienen por indignos mis regalos.
              
Sea mi reputación para aquellos que fueron
mis amigos; mi industria, para mis enemigos.
A los escolásticos hago entrega de mis dudas;               
de mi enfermedad, a los médicos, o al exceso;
a la naturaleza de todo lo que en rima tengo escrito,
y para mi acompañante sea mi ingenio.
Tú, Amor, cuando adorar me hiciste a aquella
que antes este amor en mí engendrara,               
a hacer como si diera, me enseñaste, cuando restituyo
      sólo.

A aquel por quien tocan las campanas,
mi libro doy de medicina; mis pergaminos
de consejos morales sean para el manicomio;
mis medallas de bronce, para quienes tienen               
escasez de pan; a quienes viajan entre
todo tipo de extranjeros doy mi lengua inglesa.
Tú, Amor, al hacer que amara a quien
considera su amistad justa porción
para jóvenes amantes, haces mis dones desproporcionados.               

Así, pues, no daré más, sino que el mundo
destruiré al morir, pues el amor muere también.
Tu hermosura, toda, menos entonces valdrá
de lo que el oro en la mina, sin que haya quien lo extraiga
y de menos tus encantos, todos, te servirán,               
de lo que puede un reloj de sol dentro de una tumba.
Tú, Amor, me has enseñado, al hacerme
amar a aquella que a ti y a mí desdeña,
a ingeniar esta manera de aniquilar a los tres.

              

Versión de Purificación Ribes




¿Pudiera decirnos en que categoría ubicaría este poema?

Amor
Amistad
Familia
Poemas de Cumpleaños
Poemas de San Valentín o
      Día de los Enamorados
Poemas del Día de la Mujer
Poemas del Día de las Madres
Poemas del Día de los Padres
Poemas de Navidad
Poemas de Halloween
Infantiles
Perdón
Religiosos
Tristeza y Dolor
Desamor
Otra Categoría
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.




 Compartir
Redes sociales
Facebook Twitter Google Bookmark MySpace Fresqui Meneame