No hay orgasmos enamorados
Poema publicado el 11 de Marzo de 2011
Bastó mirarte a los ojos, para olvidarme que existía el tiempo
Bastó escuchar tu sonrisa, para enterarme de que te quiero
Quiero abrazarte, comerte a besos, asir tu espalda a mi par de pechos.
Quiero esconderme en tu silencio y ser tu grito de euforia al viento
Quiero jugar con el firmamento y regalarte tres mil luceros.
Quiero hacerte el amor, quiero escuchar que acariciarte bastó
Para provocar húmedamente tu sensación y olvidarnos por un momento del corazón.
Que sea el vaivén de mi cintura tu desliz mayor y el sudor la calentura de la anfetaminica pasión.
Quiero enloquecer con el juego de la intuición, por que tocar el punto exacto no es coincidencia, es una profesión.
Ámame la cordura y desgárrame de un beso el detonador, solo acaríciame las ganas que no siento amor.
¿Quien al momento de la agonía del sxo quiere?, ¡es un farsante el que haga esta afirmación!
Los poros gritan, cuando las paredes del cielo mueren y las sabanas que el viento agita son las únicas que nada sienten.
¿Como se llama del vientre el movimiento? a quien le importa, solo el morbo implacable de los besos, las caricias que solo viven al perder el aliento y el ultimo grito que conlleva al silencio.
¿A partir de esto para que nos conocemos?, si preferimos perder el cielo, que no haber calmado con oración orgásmica la biblia del sexo.
Autora: Laura parra
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Poema publicado el 11 de Marzo de 2011
Bastó mirarte a los ojos, para olvidarme que existía el tiempo
Bastó escuchar tu sonrisa, para enterarme de que te quiero
Quiero abrazarte, comerte a besos, asir tu espalda a mi par de pechos.
Quiero esconderme en tu silencio y ser tu grito de euforia al viento
Quiero jugar con el firmamento y regalarte tres mil luceros.
Quiero hacerte el amor, quiero escuchar que acariciarte bastó
Para provocar húmedamente tu sensación y olvidarnos por un momento del corazón.
Que sea el vaivén de mi cintura tu desliz mayor y el sudor la calentura de la anfetaminica pasión.
Quiero enloquecer con el juego de la intuición, por que tocar el punto exacto no es coincidencia, es una profesión.
Ámame la cordura y desgárrame de un beso el detonador, solo acaríciame las ganas que no siento amor.
¿Quien al momento de la agonía del sxo quiere?, ¡es un farsante el que haga esta afirmación!
Los poros gritan, cuando las paredes del cielo mueren y las sabanas que el viento agita son las únicas que nada sienten.
¿Como se llama del vientre el movimiento? a quien le importa, solo el morbo implacable de los besos, las caricias que solo viven al perder el aliento y el ultimo grito que conlleva al silencio.
¿A partir de esto para que nos conocemos?, si preferimos perder el cielo, que no haber calmado con oración orgásmica la biblia del sexo.
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