El encanto de la marimba
Poema publicado el 18 de Diciembre de 2009
.....
Sonidos mágicos de maderas dulces,
lengüetas sonoras que arrullan el alma,
ordenadas y dispuestas de mayor a menor,
o de menor a mayor según la perspectiva.
Así es mi sentimiento con respecto al tuyo,
Mi sentimiento es mayor, el tuyo es menor,
pero al igual que las maderas de la marimba,
La mezcla, mayor y menor, tu y yo, es un poema.
Desconozco si su embrujo es africano,
asegurar no puedo si Indonesia es su origen,
no se si pudiera el amazonas reclamar su invento,
lo cierto es el cincelado de su música en mi ser.
Y deja huella e invita al recuerdo, envuelve,
sus percusiones de madera dibujan en el viento
Las notas exquisitas de un tejido melódico,
El ambiente excelso para evocar mi inspiración.
Y así como el cedro o el ciprés dan la resonancia
de un encanto instrumental, base de la marimba,
mi corazón con sus latidos genera la resonancia
para dar forma a la mas bella melodía a tu lado.
Y suena la marimba salpicando su hechizo,
y vibran las maderas, late mi corazón, brota la música,
entonces suplico de rodillas ante tu tierna mirada,
concédeme esa melodía para arrullarte entre mis brazos.
Tus dedos, mis dedos, mágicamente enlazados,
la fragilidad de tu talle, en el embeleso de mi mano,
El cedro, el ciprés, tus labios, tus mejillas, tu rubor,
se mezclan en una melodía, no hay freno, nos besamos.
Cuando observo las ágiles baquetas en el aire,
frágiles maderas de guayabo pintando música,
siento la caricia de tus dedos, manos deseadas,
manos que anhelo, caricias necesarias para mi ser.
Manos virtuosas, en la música o en la caricia,
Hechizante aroma de maderas, aroma de mujer,
La música, tu voz, un te amo sin respuesta,
Los sonidos, tú y yo en un desnudo enlace, el amor
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Poema publicado el 18 de Diciembre de 2009
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Sonidos mágicos de maderas dulces,
lengüetas sonoras que arrullan el alma,
ordenadas y dispuestas de mayor a menor,
o de menor a mayor según la perspectiva.
Así es mi sentimiento con respecto al tuyo,
Mi sentimiento es mayor, el tuyo es menor,
pero al igual que las maderas de la marimba,
La mezcla, mayor y menor, tu y yo, es un poema.
Desconozco si su embrujo es africano,
asegurar no puedo si Indonesia es su origen,
no se si pudiera el amazonas reclamar su invento,
lo cierto es el cincelado de su música en mi ser.
Y deja huella e invita al recuerdo, envuelve,
sus percusiones de madera dibujan en el viento
Las notas exquisitas de un tejido melódico,
El ambiente excelso para evocar mi inspiración.
Y así como el cedro o el ciprés dan la resonancia
de un encanto instrumental, base de la marimba,
mi corazón con sus latidos genera la resonancia
para dar forma a la mas bella melodía a tu lado.
Y suena la marimba salpicando su hechizo,
y vibran las maderas, late mi corazón, brota la música,
entonces suplico de rodillas ante tu tierna mirada,
concédeme esa melodía para arrullarte entre mis brazos.
Tus dedos, mis dedos, mágicamente enlazados,
la fragilidad de tu talle, en el embeleso de mi mano,
El cedro, el ciprés, tus labios, tus mejillas, tu rubor,
se mezclan en una melodía, no hay freno, nos besamos.
Cuando observo las ágiles baquetas en el aire,
frágiles maderas de guayabo pintando música,
siento la caricia de tus dedos, manos deseadas,
manos que anhelo, caricias necesarias para mi ser.
Manos virtuosas, en la música o en la caricia,
Hechizante aroma de maderas, aroma de mujer,
La música, tu voz, un te amo sin respuesta,
Los sonidos, tú y yo en un desnudo enlace, el amor
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