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Calenda del mes frio - Poemas de Lourdes Dina Rensoli Laliga



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Calenda del mes frio
Poema publicado el 12 de Noviembre de 2008

Kalenda de mes freg
Kalenda de mes caut ni freg
ni de temprat, quan paron flor
per Midons cuy fis esser deg
no’m fa chantar de fin amor;
ans fan totas sazos que’m platz,
qu’ilh es, don suy enamoratz,
gensers e’l mielhers que anc fos
et esper que’m tengua joyos.

      Guiraut de Riquier, 1288
       
























A ti, mi bienamado, a quien soñé siempre y logré conocer,
más lleno de fuerza, talento y encanto de lo que imaginé.























VIAJE A OFIR

Mi emisario ha llegado
venciendo las tormentas y el peligro
y casi susurrante
me ha dicho que aún alienta, perdido entre montañas,
el reino donde cantan las praderas,
se abren los jazmines en los campos nevados
y los ríos arrastran hojas de oro.
Ha robado el conjuro: lo persiguen.
Si partimos ahora, disfrazados de noche,
sin cuidar del pasado ni sus sombras,
podríamos llegar antes del alba.
Aunque debo alertarte: no hay regreso.
La magia nunca olvida ni perdona a quien osa
subir a sus altares. 

                1980
















SÚPLICA

Bosque de los zafiros,
ocúltame detrás de tus torrentes,
pon un velo de humo ante mi rostro.
Sólo tú has de saber
que he robado a los dioses una perla
y la incubo en mi seno.

                1980
























VIDA ANTERIOR

Siglos atrás mis nardos florecían.
En la fiesta de mayo
sonaban las vihuelas. Mi ventana
se cubría de vientos de ultramar.
Perfumes forasteros
suplicaban refugio
en los copos de lana de mi rueca.
El halcón retornaba cada tarde
y a escondidas de todos,
un tenue pergamino
encendía mi rostro:
dulce melancolía del caballero ausente.

                      1982


















JUEGO

Dicen que semidioses
y héroes
de las razas antiguas
conocían del orden, padre del estallido,
el bullir invencible, vital del universo,
y dicen que los siglos borraron su mensaje.
Hay sin embargo sabios, artífices del oro,
que saben despertarlo
y portarlo en sus frentes sin que nadie lo advierta
salvo aquellos nacidos bajo la luz de estrellas emisarias,
cuyos nombres afloran, en lengua indescifrable,
en tablas de esmeralda que custodia una esfinge
y sólo las pupilas
denuncian el secreto de su juego.

                        1980
















LA FUENTE

El guardián me ha otorgado,
si logro descifrar sus acertijos,
llegar hasta la fuente
apenas entrevista tras el céfiro.
Mastines y leones
ofrecerán el cuenco desbordante de espuma,
y cuando llegue el sueño, velará silencioso el unicornio
que ahora nos aguarda en la floresta:
precisa comprobar si nuestros pechos
resisten los embates de su cuerno de plata.

                          1980




















CORTE DE AMOR

Flor de Lis ha iniciado la contienda
y las hadas protegen a los mantenedores.
Yelmos y lanzas pugnan al son de los laúdes,
las vihuelas sugieren al vencedor amado.
A los siervos reclama la reina de la fiesta
su corona florida
que rendirá, cuando ardan las antorchas,
a los pies del Señor de los Misterios
para rogar un don: presenciar
el renacer del canto.

                        1980




















TROBAR RIC

Fue una vez, hace tiempo, en la floresta
donde el lebrel, el oso, el león tomaban su solaz.
A lo lejos brillaban las torres del castillo,
la cruz del monasterio bifurcaba el sendero.
Tocabas el laúd. Yo te escuchaba.
Mis ojos refulgían tras el velo.
Convocaron a vísperas. Mis siervos me buscaron.
En una despedida sin promesas
mi pañuelo quedó junto a la fuente.
Al tomarlo, sus aguas te hechizaron,
entendiste el lenguaje secreto de las aves
y cuándo y de qué modo me verías de nuevo.

                                1987


















BAJORRELIEVE

Tu mirada me cubre de gotas de rocío,
es el fluir de aguas antiguas, revividas
por un viejo milagro,
surgida de las grutas donde moran las náyades.
Tu mirada es un tibio palimpsesto
Y las hojas de mirto velan tu frente áurea.
Tu mirada es el verbo recobrado,
nacido de sí mismo,
brotado en un ignoto paraje, sin tiempo ni medida,
que palpita en el seno púrpura de los sueños.

                              1980




















CANTIGA

Tus ojos me han devuelto la alegría
reiniciando una historia más vieja que nosotros,
vivida ya mil veces,
deshecha y torturada,
triunfante sobre el necio decursar de las horas,
más pequeña que el pétalo de un lirio,
tan frágil y tan fuerte como un beso.

                          1980























PRIMERO ENTRE LOS DIOSES

La nada no es negrura,
no es caos, no es abismo,
no es ser ni su potencia,
no aguarda, no perece,
no es eterna ni iguala lo insondable.
Pero se unió a la noche, madre del infinito,
al número que marca la música inaudible,
al espacio que tiende celadas a lo ignoto,
a la informe unidad y a lo impensable,
y el amor se formó.

                  1986




















AUGURIO

Pasará mucho tiempo y un día será tarde
y el saber habrá entrado en tu sonrisa,
hoy derroche de música.
Entenderás entonces la clave de los siglos,
el polvo al que tornaron esas frentes
alguna vez alzadas hacia el cielo,
ése que se vislumbra en tus pupilas,
ése que ha de servirte de lecho y sepultura,
creado a tu medida y a tu raro equilibrio,
logrado por un pacto de rescoldo y luciérnaga
jugando al fuego fatuo.

                          1980



















DE TI

Eres como la hierba,
la que crece a la orilla de los ríos,
perfumada de nubes,
nutrida de ambrosía,
ajena a los pantanos y a los versos,
nunca hollada por hombres ni por ángeles,
aquella que los padres primordiales perdieran
con el jardín eterno.

                    1980






















ESTACIÓN

Ruedan las calabazas,
reciben en sus bocas juguetonas llamitas
burlando las estrellas.
Los remeros aprestan junto al río
sus barcas adornadas con coronas de trébol.
Apresúrate,
va a comenzar la fiesta con el canto del cuco.

                      1980























DE GENTE QUAE A LOTO...

No sé cómo vivir, ahora que el loto
ha tocado mis labios.
Y cuantos lo han gustado, persiguen como ciegos
los parajes remotos donde crece
y preguntan: “Viajero,
tú, que has cortado flores de las tierras extrañas,
y probado los frutos
prohibidos por los sabios de este reino,
dime, ¿dónde está el loto?”
Y ofrecen sollozando su vida y su fortuna,
mas yo, que nada tengo, resguardo mi memoria:
allí estará cuando la luna vuelva,
cuando Orión lo preceda con su brillo
y no lo sabrá nadie
porque el loto florece tan cerca de los hombres
que sólo pueden verlo quienes saben mirar las piedrecillas
que adornan los caminos.

                  1980













CRUZADA

El elfo se ha escapado de mi cabeza ardiente
al ceñirla de lirios.
La fuerza, sin palabras,
prepara su acertijo, cuyo premio
es la luz no nacida.
No ha pasado el peligro. No ha llegado el engaño
con las galas triunfales, su disfraz más ingenuo.
Pero las flores, sabias, protegen mis cabellos y mi frente,
fuertes para vencer a los oscuros
túneles que vomitan turbios halos.
Perseveran, aguardan. No hay regreso
posible para el elfo. Las estrellas
cómplices de los lirios lo aseguran
al resguardar el trono
del Señor de este reino, que partió hacia la guerra
y encantó su castillo, donde habito
en un vergel cercado por muros infranqueables,
hasta que me devuelva carne y sangre
retirando las flores con sus besos.
                   
                          1986











ALBA

Amigo idolatrado,
una vez más debes huir al alba.
Pasos y luces muertos, descienden nuestros padres
a cubrir con su manto nuestro beso.
Vete, amigo: los hombres no perdonan la belleza.
Querrían ocultar tu halo de oro
en los húmedos antros donde guardan
patrimonios marchitos, impotentes
y no he de ver tus labios profanados
por máscaras brutales.
Si partes a otros reinos,
volverás a encontrarme bajo cualquier ventana,
junto al rosal, fingida celosía,
y de alguna manera conocerás mi rostro
bajo el disfraz del grillo, de la abeja,
de la ortiga punzante
y entonces gustaremos del cáliz invencible
de la reminiscencia, nuestra sabia mentora.

                          1980












DE SYMPATHIA

Del bregar incesante,
de la dura contienda que no conoce límites,
brotan dos enemigos:
el sphaerus que habla de brumas primigenias,
el caos que disuelve los eternos retornos.
Y este girar ambiguo
se resume en un punto consciente, palpitante,
humillado ante el Cosmos,
sujeto a los contrarios,
animado de sacro temor ante el misterio
de renovar la unión consigo mismo,
infinito y mortal. 

                        1980




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