El mendigo
Poema publicado el 14 de Septiembre de 2011
Me voy volando dentro de mis sueños lejos,
Brincaría hasta ti como los conejos;
Veo en un lindo valle un hermoso jardín,
Estabamos los dos observando un jazmín…
Recostados en el pasto sintiendo la brisa,
Le dije al tiempo que no corriera a prisa;
Imaginé que los dos estabamos en un sueño,
Y que yo de tu corazón era el dueño…
Estabas en un gran y majestuoso castillo,
Subí para darte un detalle sencillo;
Cuando llegué a tu ventana, ahí estaba tu novio,
Bajé de la escalera, y maté un microbio…
Al estar abajo perdí fácil la esperanza,
A Dios le dije, aquí tienes mi alabanza;
La pena me inadió por completo la vida,
En ese castillo no tenía salida…
Eras la princesa tan bella y hermosa,
Leal, y única tal cual lo es una rosa;
Tu papá el rey me mandó a llamar,
Me dije a mi mismo que me va a preguntar…
Anteriormente ya había estado en batalla,
Peleé con tu novio a muerte y lo vencí,
Al llegar con tu padre, vi una muralla,
Puesto que estaba alta, me convencí…
Haber caballero, quien se supone que es;
Solamente soy el simple mendigo señor,
¿No tienes miedo de que te queme los pies?
La verdad lo acepto si es por un amor…
¿Es verdad que pretendes a mi hija?,
La verdad es que de ella estoy enamorado;
Déjame mendigo que esta vez corrija,
Ella ya tiene a alguien a su lado…
Cómo un humilde mendigo que soy,
El amor por delante yo lo doy;
¿Qué le puedes ofrecer a mi bella heredera?,
Amor, cariño y una entrega verdadera…
El mendigo le vino a decir lo que siente,
Usted no sabe cuánto quiero tenerla;
Si supiera que mi alma ya presiente,
Que mi alma no piensa retenerla…
Ella sabe cuál es la gran decisión,
Obligarla a que me ame no es mi intención;
Soy un mendigo y ella es una princesa,
Pero a pesar de ello mi cariño no cesa…
Haber mendigo, yo no le busco futuro,
Para mi hija quiero algo seguro;
Rey, tiene toda la razón, no reclamo,
Aunque por dentro yo sí la amo…
¡Habla a mi hija!, le gritó a un servidor,
¡Claro que sí!, con gusto señor;
Llegaste a mí, me dijiste con pena,
Discúlpame, esta situación me apena..
Fue algo doloroso el que lo hayas dicho,
Pensé que ibas a decir que me quieres;
Te vi y tu mirada me hizo sentir como bicho,
Yo te quiero princesa, así como eres…
Cuando dije verte, estabas llorando,
Pensé que sólo andaba imaginando;
Tus lágrimas me llegaron al fondo,
Sentí que el mar tocó lo más hondo…
¡Ves que no te quiere!, dijo el rey,
No la obligues, no eres un buey;
¿Haber mendigo tienes algo que decir?
Sólo que su hija, se muere por mí…
Es verdad hija lo que está diciendo,
Padre es un mendigo muy lindo y tierno;
Hija la verdad me estás contradiciendo,
Padre, él será mi abrigo en el invierno…
Te acercaste a mi y tomaste mi mano,
Dijiste: mateo no hagas que sea en vano;
Te quiero, cón mi ex novio no era lo mismo,
Llegaste a mi vida, para sacarme del abismo…
Padre él es lo que quiero siempre conmigo,
Y no me importa si es aquí, un simple mendigo…
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 14 de Septiembre de 2011
Me voy volando dentro de mis sueños lejos,
Brincaría hasta ti como los conejos;
Veo en un lindo valle un hermoso jardín,
Estabamos los dos observando un jazmín…
Recostados en el pasto sintiendo la brisa,
Le dije al tiempo que no corriera a prisa;
Imaginé que los dos estabamos en un sueño,
Y que yo de tu corazón era el dueño…
Estabas en un gran y majestuoso castillo,
Subí para darte un detalle sencillo;
Cuando llegué a tu ventana, ahí estaba tu novio,
Bajé de la escalera, y maté un microbio…
Al estar abajo perdí fácil la esperanza,
A Dios le dije, aquí tienes mi alabanza;
La pena me inadió por completo la vida,
En ese castillo no tenía salida…
Eras la princesa tan bella y hermosa,
Leal, y única tal cual lo es una rosa;
Tu papá el rey me mandó a llamar,
Me dije a mi mismo que me va a preguntar…
Anteriormente ya había estado en batalla,
Peleé con tu novio a muerte y lo vencí,
Al llegar con tu padre, vi una muralla,
Puesto que estaba alta, me convencí…
Haber caballero, quien se supone que es;
Solamente soy el simple mendigo señor,
¿No tienes miedo de que te queme los pies?
La verdad lo acepto si es por un amor…
¿Es verdad que pretendes a mi hija?,
La verdad es que de ella estoy enamorado;
Déjame mendigo que esta vez corrija,
Ella ya tiene a alguien a su lado…
Cómo un humilde mendigo que soy,
El amor por delante yo lo doy;
¿Qué le puedes ofrecer a mi bella heredera?,
Amor, cariño y una entrega verdadera…
El mendigo le vino a decir lo que siente,
Usted no sabe cuánto quiero tenerla;
Si supiera que mi alma ya presiente,
Que mi alma no piensa retenerla…
Ella sabe cuál es la gran decisión,
Obligarla a que me ame no es mi intención;
Soy un mendigo y ella es una princesa,
Pero a pesar de ello mi cariño no cesa…
Haber mendigo, yo no le busco futuro,
Para mi hija quiero algo seguro;
Rey, tiene toda la razón, no reclamo,
Aunque por dentro yo sí la amo…
¡Habla a mi hija!, le gritó a un servidor,
¡Claro que sí!, con gusto señor;
Llegaste a mí, me dijiste con pena,
Discúlpame, esta situación me apena..
Fue algo doloroso el que lo hayas dicho,
Pensé que ibas a decir que me quieres;
Te vi y tu mirada me hizo sentir como bicho,
Yo te quiero princesa, así como eres…
Cuando dije verte, estabas llorando,
Pensé que sólo andaba imaginando;
Tus lágrimas me llegaron al fondo,
Sentí que el mar tocó lo más hondo…
¡Ves que no te quiere!, dijo el rey,
No la obligues, no eres un buey;
¿Haber mendigo tienes algo que decir?
Sólo que su hija, se muere por mí…
Es verdad hija lo que está diciendo,
Padre es un mendigo muy lindo y tierno;
Hija la verdad me estás contradiciendo,
Padre, él será mi abrigo en el invierno…
Te acercaste a mi y tomaste mi mano,
Dijiste: mateo no hagas que sea en vano;
Te quiero, cón mi ex novio no era lo mismo,
Llegaste a mi vida, para sacarme del abismo…
Padre él es lo que quiero siempre conmigo,
Y no me importa si es aquí, un simple mendigo…
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.