A mistlow
Poema publicado el 08 de Mayo de 2012
A MISTLOW
El día dormita aún
y en él me veo inmersa,
temerosa de un incierto amanecer.
El tiempo me ha sumido en sus brazos,
en el frío de los años;
inerte, en abandono de amor.
Recorro mi pasado y mi figura:
cabellos quejumbrosos y tostados
cuerpo derruido, amarillento, agrietado.
Pies raídos, resecos,
con raíces embebidas en desierto.
El viento frenético
agitó el mar
y trajo con él
una invitación a la eternidad,
impregnada con hálitos de mentalidad viviente,
vestida de respiración con calma urgente,
con retumbar de botas
color aliento férreo,
!con garbo apostando a ganar.!
Y ha trastocado mi espíritu desolado
transformando mis cabellos secos
en hojas de barro victorioso
vistiendo mi cuerpo desnudo y gris
con óleos de alegría, de sensibilidad universal,
de sensatez liberal, de sensualidad moderna,
de deleite con sabor a magia.
Mis raíces se han tornado
un mar verdoso,
con embriones fugitivos que van y vienen
en su vientre
e hiedra ansiosa por apresar las nubes;
mis costas, con rocas gitanas bicolores.
Mi ayer falleció,
renací con bríos de coraje soñador;
mi cielo baila solemne con los árboles,
al compás de los susurros del viento
que envidioso del sol moribundo
arropa con energía.
Ha llegado por fin, quien,
con su mirada acariciante
vulneró mi tristeza empedernida
! Mi diosa blanca alfarera !
! Madre y dueña de mi espiritualidad sensorial!
! Princesa sempiterna de mis sueños
y de mi Caos Milagroso!
Oct 2003, a dos años de mi despertar
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Poema publicado el 08 de Mayo de 2012
A MISTLOW
El día dormita aún
y en él me veo inmersa,
temerosa de un incierto amanecer.
El tiempo me ha sumido en sus brazos,
en el frío de los años;
inerte, en abandono de amor.
Recorro mi pasado y mi figura:
cabellos quejumbrosos y tostados
cuerpo derruido, amarillento, agrietado.
Pies raídos, resecos,
con raíces embebidas en desierto.
El viento frenético
agitó el mar
y trajo con él
una invitación a la eternidad,
impregnada con hálitos de mentalidad viviente,
vestida de respiración con calma urgente,
con retumbar de botas
color aliento férreo,
!con garbo apostando a ganar.!
Y ha trastocado mi espíritu desolado
transformando mis cabellos secos
en hojas de barro victorioso
vistiendo mi cuerpo desnudo y gris
con óleos de alegría, de sensibilidad universal,
de sensatez liberal, de sensualidad moderna,
de deleite con sabor a magia.
Mis raíces se han tornado
un mar verdoso,
con embriones fugitivos que van y vienen
en su vientre
e hiedra ansiosa por apresar las nubes;
mis costas, con rocas gitanas bicolores.
Mi ayer falleció,
renací con bríos de coraje soñador;
mi cielo baila solemne con los árboles,
al compás de los susurros del viento
que envidioso del sol moribundo
arropa con energía.
Ha llegado por fin, quien,
con su mirada acariciante
vulneró mi tristeza empedernida
! Mi diosa blanca alfarera !
! Madre y dueña de mi espiritualidad sensorial!
! Princesa sempiterna de mis sueños
y de mi Caos Milagroso!
Oct 2003, a dos años de mi despertar
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