Cuando la soledad no quiere marchar
Poema publicado el 26 de Marzo de 2012
Cuando la soledad no quiere marchar
sólo queda el esperar,
inútil es la huida,
no hay salvación, sólo caída
en el abismo del pesar.
Cuando la traición acecha
sólo queda el respirar.
Invitaste a mis llantos a cesar,
provocaste en mí la risa
con tan sólo una caricia
de tu leve suspirar.
Y me dejé llevar…
Fue tan fácil el engaño,
disparar suaves mentiras
sin importar el daño.
Como rosa y sus espinas,
no contento con tu dicha,
de ellas me entregaste un ramo,
provocando así una herida
de la que no hubo reclamo,
sólo tristeza.
Y limando asperezas
en mi frágil corazón,
intentando borrar penas
que dejó aquel desamor,
volví a recordar un día
que en tus brazos fui feliz,
que en tus labios me perdía,
que me hacías sonreír…
Y no pude evitar
lo que comencé a sentir,
como si en una oscura celda
me encerraran a mi fin.
Sí… eso fue lo que sentí.
Quedan agotados ya
la ilusión y la paciencia,
y las ganas y el deseo.
Tú me heriste,
a ti no vuelvo.
¡Ahora actúa conciencia!
Que yo espero…
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Poema publicado el 26 de Marzo de 2012
Cuando la soledad no quiere marchar
sólo queda el esperar,
inútil es la huida,
no hay salvación, sólo caída
en el abismo del pesar.
Cuando la traición acecha
sólo queda el respirar.
Invitaste a mis llantos a cesar,
provocaste en mí la risa
con tan sólo una caricia
de tu leve suspirar.
Y me dejé llevar…
Fue tan fácil el engaño,
disparar suaves mentiras
sin importar el daño.
Como rosa y sus espinas,
no contento con tu dicha,
de ellas me entregaste un ramo,
provocando así una herida
de la que no hubo reclamo,
sólo tristeza.
Y limando asperezas
en mi frágil corazón,
intentando borrar penas
que dejó aquel desamor,
volví a recordar un día
que en tus brazos fui feliz,
que en tus labios me perdía,
que me hacías sonreír…
Y no pude evitar
lo que comencé a sentir,
como si en una oscura celda
me encerraran a mi fin.
Sí… eso fue lo que sentí.
Quedan agotados ya
la ilusión y la paciencia,
y las ganas y el deseo.
Tú me heriste,
a ti no vuelvo.
¡Ahora actúa conciencia!
Que yo espero…
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