El cuarto oscuro. el espejo ciego.
Poema publicado el 04 de Julio de 2010
EL CUARTO OSCURO
EL ESPEJO CIEGO.
Óscar René Cruz O.
Las sombras caen
silenciosas
Y nos encierran
con apretadas alas.
El universo de esferas
y de tiempos
se ausenta
en las tinieblas
de las pestañas y los párpados
cerrados.
La trama de ideas hacedora
queda
de recuerdos y de sueños
vacía.
Sólo
las pujantes palpitaciones
…el respirar ansioso
en los cuerpos
de ondulantes humedades
y apretadas trenzas
sensitivas.
Del fondo de la nada
al mundo salgo
por un red viva e infinita
que tiene allá lejos
sus raíces,
en mis pies
mis dedos
mis arqueadas plantas
y sube,
suave y dolorosamente,
multiplicándose
en un poderoso río
de mil canales tributarios
que llega a serlo todo,
pleno, absoluto.
Abro los ojos
veo
el cuarto oscuro
el espejo ciego
de las cosas desveladas.
Me lleno de reflejos
de objetos infundados
y de ruidos.
Precipitadamente
me olvido
de mi mismo.
Y los recuerdos brotan
y los sueños viven.
 
EL MAR
Óscar René Cruz O.
Diminutos caracoles
de compactos
sonidos luminosos
salpican
la vacía bóveda
en mil puntos imprecisos
sorprendida.
De leve polen
incesante
una lluvia amarilla
me invade
con luz no vista,
mi propio sol
incompartible,
solitario y puro
libre de retinas
y de transmisores hilos.
Como estallido
de mil fuegos centellantes
la claridad interna
asalta.
Suspendida queda
justo el preciso instante
para confirmar mi permanente esencia
Naufrago entonces
en densas aguas,
ingrávido.
Y de pronto soy el mar
que se levanta
en poderosas olas
sucesivas
y la playa inundo
llenándola de estrellas.
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Poema publicado el 04 de Julio de 2010
EL CUARTO OSCURO
EL ESPEJO CIEGO.
Óscar René Cruz O.
Las sombras caen
silenciosas
Y nos encierran
con apretadas alas.
El universo de esferas
y de tiempos
se ausenta
en las tinieblas
de las pestañas y los párpados
cerrados.
La trama de ideas hacedora
queda
de recuerdos y de sueños
vacía.
Sólo
las pujantes palpitaciones
…el respirar ansioso
en los cuerpos
de ondulantes humedades
y apretadas trenzas
sensitivas.
Del fondo de la nada
al mundo salgo
por un red viva e infinita
que tiene allá lejos
sus raíces,
en mis pies
mis dedos
mis arqueadas plantas
y sube,
suave y dolorosamente,
multiplicándose
en un poderoso río
de mil canales tributarios
que llega a serlo todo,
pleno, absoluto.
Abro los ojos
veo
el cuarto oscuro
el espejo ciego
de las cosas desveladas.
Me lleno de reflejos
de objetos infundados
y de ruidos.
Precipitadamente
me olvido
de mi mismo.
Y los recuerdos brotan
y los sueños viven.
 
EL MAR
Óscar René Cruz O.
Diminutos caracoles
de compactos
sonidos luminosos
salpican
la vacía bóveda
en mil puntos imprecisos
sorprendida.
De leve polen
incesante
una lluvia amarilla
me invade
con luz no vista,
mi propio sol
incompartible,
solitario y puro
libre de retinas
y de transmisores hilos.
Como estallido
de mil fuegos centellantes
la claridad interna
asalta.
Suspendida queda
justo el preciso instante
para confirmar mi permanente esencia
Naufrago entonces
en densas aguas,
ingrávido.
Y de pronto soy el mar
que se levanta
en poderosas olas
sucesivas
y la playa inundo
llenándola de estrellas.
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