Ofrecer los salmos tristes a todas la lunas.
Poema publicado el 26 de Agosto de 2018
Me he visto partir muchas veces
desde mis palabras,
buscando algún detalle que te encuentre,
al menos un roce con la quietud que eras.
Es hora de ofrecer los salmos tristes a todas la lunas
y esperar por los perdidos
que absurdamente arden entre mentiras que entristecen al viento.
Como esta vez en que soy poseído por silencio que ondea,
nunca antes tan míos los abismos que frecuentabas
para regresar siempre desconocida.
Alguien sin dudas se alimenta del miedo,
del terror que congela la sangre
mientras mis palabras solamente me delatan.
Yo,
sucesor de la mano que se extiende hacia el borde que nada limita,
excepto el deseo de tocar a tu puerta
y ver si aún existes entre el desamparo y las brisas del espanto,
ato mis intentos de esparcir la imperfección que se acumula
y callo para no mirar hacia dentro de las piedras.
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Poema publicado el 26 de Agosto de 2018
Me he visto partir muchas veces
desde mis palabras,
buscando algún detalle que te encuentre,
al menos un roce con la quietud que eras.
Es hora de ofrecer los salmos tristes a todas la lunas
y esperar por los perdidos
que absurdamente arden entre mentiras que entristecen al viento.
Como esta vez en que soy poseído por silencio que ondea,
nunca antes tan míos los abismos que frecuentabas
para regresar siempre desconocida.
Alguien sin dudas se alimenta del miedo,
del terror que congela la sangre
mientras mis palabras solamente me delatan.
Yo,
sucesor de la mano que se extiende hacia el borde que nada limita,
excepto el deseo de tocar a tu puerta
y ver si aún existes entre el desamparo y las brisas del espanto,
ato mis intentos de esparcir la imperfección que se acumula
y callo para no mirar hacia dentro de las piedras.
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