Nocturno i
Poema publicado el 19 de Febrero de 2015
Nochecita de invierno frío.
Sigilosamente y calladas
cabalgan las agujas del reloj
y tardías;
y en los humildes días de este pueblo mío,
de tanto en tanto, cual un suspiro
del viejo reloj viene un aviso
y algún perro de la vuelta
deja salir un gemido
y el sonar de una guitarra
de vago y aéreo tañido,
envuelve el fraterno y eterno motivo
de escuchar por escuchar
un próvido y dulce sonido.
Nochecita de invierno frío.
Y en extraña diferencia
mi hogar se mantiene tibio,
tan tibio como del hornero nido;
y vivo sitiado de cuadros y libros,
de musas y lirios, de sueños y delirios
y ésta...¡mi vieja calavera!
¡calavera mía!,
compinche de mis anatemas
y de alegrías...
Nochecita de invierno frío.
Viene otro de mis sueños locos
que me acorrala
arteramente, perniciosamente,
y las agujas del viejo reloj ya ni corren,
se van arremansando...
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Poema publicado el 19 de Febrero de 2015
Nochecita de invierno frío.
Sigilosamente y calladas
cabalgan las agujas del reloj
y tardías;
y en los humildes días de este pueblo mío,
de tanto en tanto, cual un suspiro
del viejo reloj viene un aviso
y algún perro de la vuelta
deja salir un gemido
y el sonar de una guitarra
de vago y aéreo tañido,
envuelve el fraterno y eterno motivo
de escuchar por escuchar
un próvido y dulce sonido.
Nochecita de invierno frío.
Y en extraña diferencia
mi hogar se mantiene tibio,
tan tibio como del hornero nido;
y vivo sitiado de cuadros y libros,
de musas y lirios, de sueños y delirios
y ésta...¡mi vieja calavera!
¡calavera mía!,
compinche de mis anatemas
y de alegrías...
Nochecita de invierno frío.
Viene otro de mis sueños locos
que me acorrala
arteramente, perniciosamente,
y las agujas del viejo reloj ya ni corren,
se van arremansando...
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