Para lis
Poema publicado el 02 de Abril de 2012
Tú llegaste a mi vida, tan igual, como el sol, a la mañana,
llenaste de luz mi triste corazón con tu mirada,
alimentaste mis sueños de esperanzas,
serenaste mi alma…
y ahora, ya no sé vivir sin ti.
En mis horas tranquilas, de silencio y calma,
en mis horas fugaces, en mis horas agitadas,
late en mi memoria tu recuerdo
y tu imagen en mi pecho se desgrana…
pienso en ti.
Ya nada, absolutamente nada,
ni siquiera el cruel silencio ni la muda distancia;
nada, ya nada,
definitivamente, nada
me arrancará tu amor de las entrañas…
porque ya eres parte de mí.
Vendrá el otoño con su brisa helada,
con sus tristes mañanas,
con sus tardes agrias,
con sus noches mudas y sus frías madrugadas…
vendrá el invierno inundándonos de lágrimas,
encharcando todo con sus gotas amargas,
lo ahogará todo, todo…menos, nuestras ansias.
Y jamás me iré de ti.
Entonces, vendrá la primavera,
con su alegría infante,
con su brisa entusiasmada,
con su trinar de aves, con su dulce mañana,
y en el jardín de nuestro hogar
se abrirán los sueños como flores blancas
y reverdecerán las esperanzas…
llegará el verano y, la nueva luz del alba
ha de consolar nuestras miradas,
y al sentir el amor intacto en nuestras almas,
Sonreirá feliz.
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Poema publicado el 02 de Abril de 2012
Tú llegaste a mi vida, tan igual, como el sol, a la mañana,
llenaste de luz mi triste corazón con tu mirada,
alimentaste mis sueños de esperanzas,
serenaste mi alma…
y ahora, ya no sé vivir sin ti.
En mis horas tranquilas, de silencio y calma,
en mis horas fugaces, en mis horas agitadas,
late en mi memoria tu recuerdo
y tu imagen en mi pecho se desgrana…
pienso en ti.
Ya nada, absolutamente nada,
ni siquiera el cruel silencio ni la muda distancia;
nada, ya nada,
definitivamente, nada
me arrancará tu amor de las entrañas…
porque ya eres parte de mí.
Vendrá el otoño con su brisa helada,
con sus tristes mañanas,
con sus tardes agrias,
con sus noches mudas y sus frías madrugadas…
vendrá el invierno inundándonos de lágrimas,
encharcando todo con sus gotas amargas,
lo ahogará todo, todo…menos, nuestras ansias.
Y jamás me iré de ti.
Entonces, vendrá la primavera,
con su alegría infante,
con su brisa entusiasmada,
con su trinar de aves, con su dulce mañana,
y en el jardín de nuestro hogar
se abrirán los sueños como flores blancas
y reverdecerán las esperanzas…
llegará el verano y, la nueva luz del alba
ha de consolar nuestras miradas,
y al sentir el amor intacto en nuestras almas,
Sonreirá feliz.
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