Romance a mi suicidio
Poema publicado el 02 de Abril de 2012
Voy a quitarme la vida
(si la muerte no me gana
y a mi intención se adelanta
y la vida me arrebata;
si, por allí, cualquier otro,
por un error no me mata,
o si por ningún motivo,
de mí, se me fuera el alma)
voy a quitármela solo,
porque, me resulta cara.
Voy a quitarme la vida,
no por odio ni venganza;
no por heridas de amores
ni porque me sangra el alma;
tampoco, por decepciones
ni por instantes de rabia,
lo haré por otros motivos,
teniendo las cosas claras.
Voy a quitarme la vida,
voy a arrancarme el alma,
cuando me llegue el momento
que aguardo cada mañana
y en mi pecho los latidos
se escuchen como campanas.
Y el aire de cementerio
se filtre por las ventanas.
Y un silencio muy profundo
me desgarre las entrañas.
Y el día se muestre oscuro
o reine la noche blanca…
gritaré, entonces ¡ven, muerte!
Y le negociaré mi alma.
Si alguna vez, tú, distante,
te enteras de mi desgracia,
debes saber que no hay culpa
y comprender que no hay nada
debajo de todo, oculto,
que lo hice yo sin nostalgia;
que era tan sólo mi vida,
y sólo a mí me importaba.
No quiero que por mí sufras,
no quiero ninguna lágrima.
No quiero, tampoco, enojo
ni que me pienses con lástima,
sólo te pido el olvido,
que no merezco más nada.
Sólo déjame ser verso,
sólo déjame ser ánima,
y vivir entre la brisa,
en los ríos y quebradas;
y vivir entre los árboles,
morar en alguna rama;
vivir en el horizonte
que se aprecia en la distancia,
allí, donde el sol se muere
y nos promete un mañana.
Ser como el viento que pasa
y a mi paso secar lágrimas…
y, a Dios le pediría,
que por favor me escuchara,
que me perdone y entienda
la decisión muy humana
que mi corazón tomó,
sin pena, dolor ni rabia,
para quitarse la vida
y para arrancarse el alma,
porque, esta vida y este alma
me resultaban muy caras.
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Poema publicado el 02 de Abril de 2012
Voy a quitarme la vida
(si la muerte no me gana
y a mi intención se adelanta
y la vida me arrebata;
si, por allí, cualquier otro,
por un error no me mata,
o si por ningún motivo,
de mí, se me fuera el alma)
voy a quitármela solo,
porque, me resulta cara.
Voy a quitarme la vida,
no por odio ni venganza;
no por heridas de amores
ni porque me sangra el alma;
tampoco, por decepciones
ni por instantes de rabia,
lo haré por otros motivos,
teniendo las cosas claras.
Voy a quitarme la vida,
voy a arrancarme el alma,
cuando me llegue el momento
que aguardo cada mañana
y en mi pecho los latidos
se escuchen como campanas.
Y el aire de cementerio
se filtre por las ventanas.
Y un silencio muy profundo
me desgarre las entrañas.
Y el día se muestre oscuro
o reine la noche blanca…
gritaré, entonces ¡ven, muerte!
Y le negociaré mi alma.
Si alguna vez, tú, distante,
te enteras de mi desgracia,
debes saber que no hay culpa
y comprender que no hay nada
debajo de todo, oculto,
que lo hice yo sin nostalgia;
que era tan sólo mi vida,
y sólo a mí me importaba.
No quiero que por mí sufras,
no quiero ninguna lágrima.
No quiero, tampoco, enojo
ni que me pienses con lástima,
sólo te pido el olvido,
que no merezco más nada.
Sólo déjame ser verso,
sólo déjame ser ánima,
y vivir entre la brisa,
en los ríos y quebradas;
y vivir entre los árboles,
morar en alguna rama;
vivir en el horizonte
que se aprecia en la distancia,
allí, donde el sol se muere
y nos promete un mañana.
Ser como el viento que pasa
y a mi paso secar lágrimas…
y, a Dios le pediría,
que por favor me escuchara,
que me perdone y entienda
la decisión muy humana
que mi corazón tomó,
sin pena, dolor ni rabia,
para quitarse la vida
y para arrancarse el alma,
porque, esta vida y este alma
me resultaban muy caras.
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