Un marinero artificial
Poema publicado el 26 de Enero de 2014
La historia del marinero que hace tiempo no tocaba mar. Solo cuando niño; recorría por curiosidad, los mares del amor donde se estaba dispuesto a naufragar.
Como un juego de pequeños nadaba sin cesar, buscando una supuesta sirena que lo hiciera delirar.
Quizás lo consiguió,
el mismo no sabe lo que sucedió.
Paso el tiempo y este lo hizo crecer, la marea del destino lo llevo a comprender, que aquello solo era un juego y no de los de ajedrez.
Ahora era más, se suponía que había que conquistar, un trabajo duro para el marinero artificial, pues este pensaba que sería un juego elemental,pero al tomar su barco se dio cuenta de las tormentas de alta mar.
Ya no habían sirenas, ni anclas que lo pudieran aguantar; solo un espacio donde debía asombrar. Un mundo lleno de desilusiones a las que esperar.
La brújula de no sé quién, lo dirigió a lo que parecía ser, un espejismo, un hermoso ser. Allí estaba aquel, haciéndose parecer a los piratas más temidos que se pudieran conocer.
[Listo para su conquista, lo que era un verdadero cobarde, actuaba de gran galante]
No paso mucho, aquel que ahora decía ser pirata, se encontraba con el muro de las palabras.
Parecía ser hechicera,
las oraciones creaban un escudo de fuerza,
no pretendía ser la cenicienta.
El gran marinero artificial, que por pura casualidad, conoció a aquella roca de mar; ahora no sabía cómo lidiar, con aquella gran oportunidad que la vida le quería dar. Y como no estoy para imaginar, el futuro otras cosas dirá.
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Poema publicado el 26 de Enero de 2014
La historia del marinero que hace tiempo no tocaba mar. Solo cuando niño; recorría por curiosidad, los mares del amor donde se estaba dispuesto a naufragar.
Como un juego de pequeños nadaba sin cesar, buscando una supuesta sirena que lo hiciera delirar.
Quizás lo consiguió,
el mismo no sabe lo que sucedió.
Paso el tiempo y este lo hizo crecer, la marea del destino lo llevo a comprender, que aquello solo era un juego y no de los de ajedrez.
Ahora era más, se suponía que había que conquistar, un trabajo duro para el marinero artificial, pues este pensaba que sería un juego elemental,pero al tomar su barco se dio cuenta de las tormentas de alta mar.
Ya no habían sirenas, ni anclas que lo pudieran aguantar; solo un espacio donde debía asombrar. Un mundo lleno de desilusiones a las que esperar.
La brújula de no sé quién, lo dirigió a lo que parecía ser, un espejismo, un hermoso ser. Allí estaba aquel, haciéndose parecer a los piratas más temidos que se pudieran conocer.
[Listo para su conquista, lo que era un verdadero cobarde, actuaba de gran galante]
No paso mucho, aquel que ahora decía ser pirata, se encontraba con el muro de las palabras.
Parecía ser hechicera,
las oraciones creaban un escudo de fuerza,
no pretendía ser la cenicienta.
El gran marinero artificial, que por pura casualidad, conoció a aquella roca de mar; ahora no sabía cómo lidiar, con aquella gran oportunidad que la vida le quería dar. Y como no estoy para imaginar, el futuro otras cosas dirá.
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