Voz - 12 de febrero de 2.010
Poema publicado el 02 de Febrero de 2011
VOZ
Parecía oscuro y filoso... Doliente... se veía como lágrima en cristal desde cerca, se veía como cera de velas raídas en soledad, de lejos... Parecía que no estaba si no la observaba... parecía que se movía al parpadear... No lo entendía... No lo asimilaba...
Sin pensar mas, desee acercarme lento, tenia miedo de ostentar lo inalcanzable, de lastimar lo que no conozco, de hacer algo de lo que mas tarde me arrepintiera... Pero me acerque aun así, buscando la manera de solucionar mis pasos medidos y mi respiración acelerada…
Había algo que mi atención hipnotizaba, había algo que me dejaba despierto y dormido en silencio, en vida… eran susurros ardientes, quemaban la quietud de cualquier desierto de paz, eran susurros que al ras de tus oídos se mecían complacidas por gozar de tal cercanía... no distinguí la verdad hasta que me dispuse a oír, a sentir.
¡Gran deleite de belleza aviste!... rogué al cielo no dejar de experimentarlo pues me domaba la idea de vivir con esa voz a mi lado, siempre… fue ahí cuando supe quien era yo en verdad, pues era la voz de mi alma, la que me llamaba a gritos desesperados, intentando darme la mano para ser mi guía y anular me ceguera... Era mi alma con forma distorsionada en la noche o día lo que oía yo... Era esa la voz que no entendía, que no asimilaba.
No creo exista mejor manera de vivir que siendo inspirado por el alma, siento así, que mi otra mitad yace dentro mío, guardián de mis lagrimas y secreto de mi esencia.
Mi alma, mi voz.
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Poema publicado el 02 de Febrero de 2011
VOZ
Parecía oscuro y filoso... Doliente... se veía como lágrima en cristal desde cerca, se veía como cera de velas raídas en soledad, de lejos... Parecía que no estaba si no la observaba... parecía que se movía al parpadear... No lo entendía... No lo asimilaba...
Sin pensar mas, desee acercarme lento, tenia miedo de ostentar lo inalcanzable, de lastimar lo que no conozco, de hacer algo de lo que mas tarde me arrepintiera... Pero me acerque aun así, buscando la manera de solucionar mis pasos medidos y mi respiración acelerada…
Había algo que mi atención hipnotizaba, había algo que me dejaba despierto y dormido en silencio, en vida… eran susurros ardientes, quemaban la quietud de cualquier desierto de paz, eran susurros que al ras de tus oídos se mecían complacidas por gozar de tal cercanía... no distinguí la verdad hasta que me dispuse a oír, a sentir.
¡Gran deleite de belleza aviste!... rogué al cielo no dejar de experimentarlo pues me domaba la idea de vivir con esa voz a mi lado, siempre… fue ahí cuando supe quien era yo en verdad, pues era la voz de mi alma, la que me llamaba a gritos desesperados, intentando darme la mano para ser mi guía y anular me ceguera... Era mi alma con forma distorsionada en la noche o día lo que oía yo... Era esa la voz que no entendía, que no asimilaba.
No creo exista mejor manera de vivir que siendo inspirado por el alma, siento así, que mi otra mitad yace dentro mío, guardián de mis lagrimas y secreto de mi esencia.
Mi alma, mi voz.
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