Otro faro
Poema publicado el 25 de Agosto de 2011
OTRO FARO
Blanca torre que sus brazos luminosos eleva
hacia el oscuro horizonte queriendo abrazarlo…
Mil poemas se han escrito
mirando del mundo los faros.
Inquieta fascinación del cíclope,
por los vientos azotado,
que mira insolente a la tierra
que mira hacia el mar, enamorado
Del abismo, marinos fantasmas
con el loco y solitario farero,
recitan sus quejas y sus duelos,
se cuentan historias de buques perdidos,
de luchas eternas, de velas rajadas
y jarcias desechas, de palos quebrados
y timones partidos.
No hay consuelo en sus balcones,
las gaviotas no hacen en él sus nidos.
Torre estéril de candelas encendidas,
hijas bastardas preñadas de olvido,
que mueren con el día apagadas
por razón de su ser, por ser su destino.
De pronto me encuentro mirándolo.
Me cautiva su porte elegante y altivo.
Gigante que sueña en la costa morir azotado,
amante secreto del mar, de soledades bendito….
Sus brazos de nuevo iluminan mi rumbo.
Me encuentro con otro fantasma marino,
un cuerpo olvidado en el lecho profundo,
un alma que sueña ganarle al olvido.
Blanca torre que rinde apagados sus brazos
hacia el claro horizonte de sol que ilumina…
Mil y un poemas de los faros del mundo
la soledad y los vientos han escrito,
y flotan en el mar, y esperan, inertes.
por otros fantasmas que reciten conmigo.
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Poema publicado el 25 de Agosto de 2011
OTRO FARO
Blanca torre que sus brazos luminosos eleva
hacia el oscuro horizonte queriendo abrazarlo…
Mil poemas se han escrito
mirando del mundo los faros.
Inquieta fascinación del cíclope,
por los vientos azotado,
que mira insolente a la tierra
que mira hacia el mar, enamorado
Del abismo, marinos fantasmas
con el loco y solitario farero,
recitan sus quejas y sus duelos,
se cuentan historias de buques perdidos,
de luchas eternas, de velas rajadas
y jarcias desechas, de palos quebrados
y timones partidos.
No hay consuelo en sus balcones,
las gaviotas no hacen en él sus nidos.
Torre estéril de candelas encendidas,
hijas bastardas preñadas de olvido,
que mueren con el día apagadas
por razón de su ser, por ser su destino.
De pronto me encuentro mirándolo.
Me cautiva su porte elegante y altivo.
Gigante que sueña en la costa morir azotado,
amante secreto del mar, de soledades bendito….
Sus brazos de nuevo iluminan mi rumbo.
Me encuentro con otro fantasma marino,
un cuerpo olvidado en el lecho profundo,
un alma que sueña ganarle al olvido.
Blanca torre que rinde apagados sus brazos
hacia el claro horizonte de sol que ilumina…
Mil y un poemas de los faros del mundo
la soledad y los vientos han escrito,
y flotan en el mar, y esperan, inertes.
por otros fantasmas que reciten conmigo.
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