Incredulidad
Poema publicado el 03 de Diciembre de 2010
Construye el mejor puente, que a la otra orilla esperaré
Si tropiezas iré en tu búsqueda y aliviaré el camino
Tomaré tu mano, cubriré tu cintura con mis brazos y te cargaré
Pero no olvides que aun te espero y mi corazón contigo
Desde diez años te espero viviendo en sueños
No tengo deseos de querer a otra mujer, solo a ti
Con el color dulce de mi frenesí, ya te conocí
Era mi más ardiente deseo, era mi más noble sueño
Ahora que estas aquí, decides partir y no tomas en cuenta
Lo que siento por ti, es el recreo de tu ausencia de fe
Vengo a ti postrero a ser sincero, estoy aquí en tienda
A la sílfide espero junto a la mesa, tomando el té
Noches aun tempranas que en la quietud del silencio
Viene a mí la inspiración ardiente y apasionada
Estoy en el otro lado del salón y quieto
El té se enfría y tú no llegas mujer de fría mañana
Mi pensamiento contigo, mi alma ennoblecida se esperanza
Estoy aquí, aun deseo, aun espero y no tengo frio
Recuerdo el día cuando te conocí, desgarradora semblanza
Las flores de fiesta, las gentes sonriendo y el olor a rio.
Y hoy aquí, el humo del cigarro acompaña el pensamiento
Cuya creación de un átomo de tu recuerdo
Desarrolla en mí, la sílfide de mis sueños
Cuida de no enfermar mis sentidos que vengan en tormento
Si ya vienes entonces espero, pediré otro té y enjuagaré mis dedos
Acariciaré otra vez tus pómulos de purpura y ensueño
Y el perfume de mis dedos rosearán por encima y en señoreo
El olor a té que sobre tus pómulos secarán mis labios, es mi deseo.
Walterr José
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Poema publicado el 03 de Diciembre de 2010
Construye el mejor puente, que a la otra orilla esperaré
Si tropiezas iré en tu búsqueda y aliviaré el camino
Tomaré tu mano, cubriré tu cintura con mis brazos y te cargaré
Pero no olvides que aun te espero y mi corazón contigo
Desde diez años te espero viviendo en sueños
No tengo deseos de querer a otra mujer, solo a ti
Con el color dulce de mi frenesí, ya te conocí
Era mi más ardiente deseo, era mi más noble sueño
Ahora que estas aquí, decides partir y no tomas en cuenta
Lo que siento por ti, es el recreo de tu ausencia de fe
Vengo a ti postrero a ser sincero, estoy aquí en tienda
A la sílfide espero junto a la mesa, tomando el té
Noches aun tempranas que en la quietud del silencio
Viene a mí la inspiración ardiente y apasionada
Estoy en el otro lado del salón y quieto
El té se enfría y tú no llegas mujer de fría mañana
Mi pensamiento contigo, mi alma ennoblecida se esperanza
Estoy aquí, aun deseo, aun espero y no tengo frio
Recuerdo el día cuando te conocí, desgarradora semblanza
Las flores de fiesta, las gentes sonriendo y el olor a rio.
Y hoy aquí, el humo del cigarro acompaña el pensamiento
Cuya creación de un átomo de tu recuerdo
Desarrolla en mí, la sílfide de mis sueños
Cuida de no enfermar mis sentidos que vengan en tormento
Si ya vienes entonces espero, pediré otro té y enjuagaré mis dedos
Acariciaré otra vez tus pómulos de purpura y ensueño
Y el perfume de mis dedos rosearán por encima y en señoreo
El olor a té que sobre tus pómulos secarán mis labios, es mi deseo.
Walterr José
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