Canto a la mujer
Poema publicado el 27 de Agosto de 2022
CANTO A LA MUJER
¡Cuán maravillosa eres mujer!
¡Cuán bendecida por Dios!
Porque te hizo copartícipe
de su creación…
Pues en ti empieza la vida;
en ti empieza la alegría…,
en ti empieza el amor.
De ti nací…,
de ti me alimenté…
A ti me aferré
e inicié mi andar,
tomado de tu mano.
Tú me enseñaste a caminar…
¡Y cuánto te alegraste!
Cuando di solo,
mis primeros pasos…
Pero luego volviste
a tomarme en tus brazos
y caminamos…
Mientras ibas soñando;
mientras ibas imaginando,
(con el corazón henchido,
con el corazón en la mano…)
Pensando en mi primer día de clases...
¡Ya me veías como un estudiante!…
Ya me veías graduado.
Así seguimos avanzando en el tiempo,
¡tan rápido!
Que pronto ya no estaba en tus brazos.
Ahora caminaba tomado de tu mano
destino al colegio…
Entonces me mirabas de reojo
y pensabas:
-“será tal vez un ingeniero;
un médico o un abogado;
un escritor vendedor de sueños
o quizás un mágico mecánico”
Pero el tiempo no corre muchas veces,
de acuerdo con los proyectos;
de acuerdo con los pensamientos.
Y mientras a tu lado seguía
tomado de tu mano caminando,
no te diste cuenta
en qué momento tu niño,
en adulto se había transformado
y te costaba asumirlo…
Hasta que viste a mi otro lado,
a otra persona tomada de mi mano.
Por lo que ahora éramos tres
los que íbamos caminando.
Entonces, cuando tu mano solté…,
me miraste con tristeza,
pero a la vez te alegraste
de que otra compañía
me siguiera cuidando…,
y te quedaste muy tranquila
al comprobar
que estábamos enamorados.
Así sin darnos cuenta
pasaron muchos inviernos
por tu cuerpo
y se cansó tu caminar…,
se hizo más lento.
Por eso ahora
nos llevas a tu lado a ambos…
Apoyada en mi brazo
y en el de mi compañera;
tomaste mi lugar en el centro,
mientras nosotros vigilamos tus pasos,
y seguimos la vida caminando.
Jacob Nerud Unamun
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Poema publicado el 27 de Agosto de 2022
CANTO A LA MUJER
¡Cuán maravillosa eres mujer!
¡Cuán bendecida por Dios!
Porque te hizo copartícipe
de su creación…
Pues en ti empieza la vida;
en ti empieza la alegría…,
en ti empieza el amor.
De ti nací…,
de ti me alimenté…
A ti me aferré
e inicié mi andar,
tomado de tu mano.
Tú me enseñaste a caminar…
¡Y cuánto te alegraste!
Cuando di solo,
mis primeros pasos…
Pero luego volviste
a tomarme en tus brazos
y caminamos…
Mientras ibas soñando;
mientras ibas imaginando,
(con el corazón henchido,
con el corazón en la mano…)
Pensando en mi primer día de clases...
¡Ya me veías como un estudiante!…
Ya me veías graduado.
Así seguimos avanzando en el tiempo,
¡tan rápido!
Que pronto ya no estaba en tus brazos.
Ahora caminaba tomado de tu mano
destino al colegio…
Entonces me mirabas de reojo
y pensabas:
-“será tal vez un ingeniero;
un médico o un abogado;
un escritor vendedor de sueños
o quizás un mágico mecánico”
Pero el tiempo no corre muchas veces,
de acuerdo con los proyectos;
de acuerdo con los pensamientos.
Y mientras a tu lado seguía
tomado de tu mano caminando,
no te diste cuenta
en qué momento tu niño,
en adulto se había transformado
y te costaba asumirlo…
Hasta que viste a mi otro lado,
a otra persona tomada de mi mano.
Por lo que ahora éramos tres
los que íbamos caminando.
Entonces, cuando tu mano solté…,
me miraste con tristeza,
pero a la vez te alegraste
de que otra compañía
me siguiera cuidando…,
y te quedaste muy tranquila
al comprobar
que estábamos enamorados.
Así sin darnos cuenta
pasaron muchos inviernos
por tu cuerpo
y se cansó tu caminar…,
se hizo más lento.
Por eso ahora
nos llevas a tu lado a ambos…
Apoyada en mi brazo
y en el de mi compañera;
tomaste mi lugar en el centro,
mientras nosotros vigilamos tus pasos,
y seguimos la vida caminando.
Jacob Nerud Unamun
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