Poemario en circunstancias - Poemas de Adriana Mónica Lamela

Poemario en circunstancias
Poema publicado el 30 de Marzo de 2009

Ad- herido

En ausencia de sus extremidades calla
pinzas
asperezas, muñones
esconde
a las palabras bajo la lengua y sobre ella incluso,
además murmura letras
junto con el aullido de esos muñones,
tan banales
reservados
esas pinzas
para asir
si
para asir si
en compañía de esas pinzas resiste
o más bien habla
y reparte angustias sedentarias
Con los mismos muñones
recibe la noche que lo arrincona.


Cuestión de gra(prag)mática

Adhieres a la desventura del verso
-tú –
hombre aprisionado que aspiras el tiempo
y te tragas el hollín de las palabras
y bebes puntualmente las cosechas
tú – entonces responsable
de las horas blancas
– tú-
Convalidando una torpeza irracional
afirmas que las sílabas se componen de sales y hierbas minerales.
No obstante el silencio,
que se escribe con h,
no es igual que unicornio
sin h pero tan utópico
un encantamiento sin valor
a la manera de una devoción disonante,
extraña,
en la cuadratura del vacío.

Adhieres a la desventura
de que te discriminen
y te sorprendan con un vaso de vodka
en lugar de un chocolate


Sin rastro

¿cómo sustraerse al discurso?
- give me one idea -

por la fuerza del mal
por veredas de tierra
por la cueva del oso
por la ausencia de razones

¿Cómo?
¿Cómo evitarlo?
¿Cuál es el revés de un discurso?

Definitivamente
en la nobleza cercana de lo simple
-y pálido
tan pálido, lo simple -

do you understand what I mean?
la pequeñez de la palabra y la grandeza del ser
y de todos modos
nada depende apenas de su magnitud


Pantomima

Soy una burla
una burla de carteleras vacías
de grafittis sin dibujar
de pálidos resplandores
de himnos a capella
de hombres pantagruélicos
de vírgenes deshabitadas sin rasgos naturales
de agostos crepusculares
y siestas sin domingo
de seres vanidosos que siempre están ausentes
de seres vanidosos que siempre escriben versos que jamás leen

Soy una burla
en un banquete de postres light
en los ojos sin párpados
en la sabiduría que desconoce mis otoños
en los hábitos propios y la calidez de lo ajeno


Soy una burla

lejos de lo visible
lejos de lo significativo
lejos de lo inverso
lejos de lo bueno
lejos de la multitud
próxima a la muerte de lo inédito


Enajenada

A un costado del tiempo existe otra mujer no obstante no es
y fuera del todo agoniza su sombra
valiente se deshace de los mimetismos
- inquieta -
a la manera de un ángel milenario.

Aquí mismo ninguno observa  el paraíso helado
y en la agonía de una escena de Hamlet
discrepar con la nada es la consigna
en las afueras del alma humana
que es la luz de lo ajeno;
agoniza en una discreto tercer acto
- tal vez algún pataleo nostálgico -
alguna alianza oscura
o un parónimo de revolver

Al costado del tiempo desaparece esa mujer que no era.
No es allá, lejos de las sombras,
donde se atreverá a ignorar que la sequía es sólo ausencia de humedad.
Solo después sobreviviría
si te marcharas tú
resucitando el valor.



Nostalgia

Ayer es un antiguo y débil grito ajeno.
Pereceré como él
perecerá a la manera mía

- un grito enorme que excita y desconoce cada reincidencia de la carne -

Y a pesar que callo lo vulgar o callo lo frágil insisto en omitir el grito,
a pesar de sostenerme en la humildad del silencio

debiera

- a pesar de transgredir la norma y verbalizar el hastío -

debiera

- a pesar de tantas noches en las que se olvida de mi el crepúsculo -

Ese antiguo y débil grito muere a la manera de un cuchillo en el pecho,
afilado  - sin aire y con vergüenza -
adherido al borde de un monema.



Ejercicio

ahora  es silencio
-  aislado, a la manera de un hombre con hábitos variables -
no obstante el ímpetu
antes
omitió la palidez, sabrán todos,
y extravió el juicio en un subibaja.

calló y lo mismo se orientó desde la vida hacia la vida
y venció el infortunio desde la húmeda caricia de la lluvia.

calló y habló cuando el verano se rebeló al mañana.

Calla
condena los crepúsculos
resta los olvidos de un extremo al otro de sus memorias
proclama el verso intacto
expande la imperfección a enésimas potencias
y se inventa en un suspiro a través de las sombras el seudónimo perfecto.


Pecado de omisión

Omito
y es más
se pronuncia “si no nos vemos prendemos la luz” y no obstante
se disuelve
y sin sentido – entre las manos -
todas las veces
sobra negar que omitir es un error.

el descanso fundado
y único
no es igual para mí que para vos
- un vaso de fernet me obligaría a decir aquello que hoy omito -
y mi lengua es el mejor pasaporte al suicidio
y si digo es a vos – sin embargo callo -
prefiero

omitir
y es mas
se pronuncia “si no nos vemos vos estarás soplándome los ojos”


Suicidio contrariado

Te enfrentas a ti mismo
- allí sobre las piedras -
Ocultas que eres un poco inferior,
y desistes de alcanzar sin rodeos la altura,
Sin la mirada;
Sin el sonido.
No obstante, te disgusta
el modo en que la brisa
va y viene sobre tu cadáver.



¿ Te gustó este poema? Compártelo:

«« Clic para Regresar atrás | Enviar poema a un(a) amigo(a)...