Carla
Poema publicado el 21 de Diciembre de 2019
Según vi la localización del cine, señalaba un quilómetro exacto; exactamente de donde nací.
Sin embargo... La vida, comprenderás, es una dinamo que no la programamos para seguir unos determinados ritmos.
Llegué a Madrid después de un tiempo en que viví. Se puede decir que exactamente, y perdona la redundancia, durante más de un mes recuperé la más tierna niñez, sí... En cuestión de plena felicidad. Pero volví. Barcelona, Bilbao... Madrid.
Y créeme que me abro en canal cuando te digo que tres puntos me hicieron morir durante casi cinco años que volví a menos de doscientos metros de donde nací. Y no, ¿Qué más decir?
Soy una persona más. Sin trabajo, sin dinero para poder acabar una carrera que amaba y el Plan Bolonia destruyó. Y la única felicidad es despertarme, no puedo dejar de fumar... (lo juro, sin mezclar)
Más, gracias a que parió mi hermanastra durante un período en el que ambos estuvimos muy mal y mi madre y mi padrastro se hicieron tutores del Ángel que has visto a mi lado... Me ha ido reconstruyendo la vida el llevar una vida "de abuelo".
Así pues. Me despierto y leo mientras que cojo lo que bien dejé la noche anterior a mano (Coca-Cola, Red Bull...) y mientras veo el "A LA CARTA" de los programas que me perdí el día anterior, rápido alimento el cáncer pulmonar... Pero, ¡Oye!, lo retraso una media hora después de hacerlo adelantar mientras que cambio pijama (también heredado de las pocas chicas que tenían mi padre y mi abuelo, - siento si he sido "negro" en cuanto al humor y la enfermedad. Pero ha sido vivirlo en primera persona que, ¿qué mejor manera de sobrellevar? -) por chándal corroído de correr, bien leggings y una sudadera del año del doblete de mi Atleti de Madrid (otra razón por la que muero, incluso sin importarme el fútbol un bledo. )... Y cuando paso por Embajadores, hay en La Glorieta una fila de kunderos, que ya piensan que corro porqué no llego al horario establecido a la Clase Alsa que hasta Valdemingómez arriba, espera... Y te devuelve al punto de partida ofreciendo Ositos Jaribo para lo que viene llamándose "el bajón".
Y ya ves... Poco más, me aseo, y a las 07:30 estoy en casa de este Ángel, repito por cuarta vez que me salvó y a las 09:00, tal y como hemos llegado al cine, en mis hombros entra a su Segundo Curso de Educación Infantil.
El resto del día... Todavía tengo una abuela. Me arroja un chorro de alegría cada vez que la veo por su positividad. En la residencia donde la forzó el hijo de satanás que salió ocho años y medio después por el mismo orificio que lo hizo mi figura paternal, me avisan médicos y enfermeros que, con 94 años, ayuda al ánimo general debido a que trátase hablar de ella como de un Ave Fénix. 94 añazos y se quiere poner brackets.
Estoy en Madrid más solo que la una y al final, ella logró sufragrarse sus implantes dentales... Y cuando la soledad se hace insoportable, me cuelo en cualquier Metro y con dar un toque en la ventana principal, varias cuidadoras se arriman mientras que ellas se levanta y cuando la veo a contraluz, me sonríe... No por alegría, que también, sino porque es la Estrella Fugaz que esas noches me guía para llegar y que me haga un hueco en la cama de su pequeña habitación.
Y yo... Con treinta y un.tacos...sigo conservando la costumbre de neo-nato. Bueno, en plural:
No dormir ni a tiros... Y si hay algo que me hace coger el sueño es con las yemas de mi índice y pulgar, tocar suavemente el alveolo de la oreja que no apoye sobre la almohada.
Y bueno, esto es todo... He llegado aquí y he de decir que padezco trastorno social y un día como hoy, si no es por este Ángel que repito por quinta vez me ha acompañado y me he gastado 20 €uros que habré de devolver porqué se ha quedado a mi orilla en Brazos de Morfeo...
Ha merecido la pena, ¿Sabes Carla?
En realidad... La operación en la que has introducido los dos códigos e impreso con el 237 haciendo un knoqueo dubitativo, han sido justamente. Y no, no es broma. 574 segundos en los que me has atendido y puedo decir que si el 15 de Enero de 2014 desembarqué por última vez para después de no ser una serie de momentos en los que no son para que salgan a hombros de las puertas mentales de mis recuerdos, repito por sexta vez que este Ángel que llevo al lado... Ha sido un porcentaje muy elevado de resurrección en infalibles y progresivos aumentos de positividad segregados tras horas y horas de juegos que sudando, me provocan la dopamina suficiente para por lo menos, recíprocamente, participar ínfimamente a que ella de igual manera, pueda, y se desgarre de una sonrisa que una pentamesina que estuvo a punto de morir, hoy esté dándome fuerzas a mí.
Y no, no soy, créeme de corazón que no forma parte de mi vida la superstición... Pero llevo el número ٧ (7, en Árabe) y significa que alguna vez en la vida, este número... Que no sé si poseo o me poseé él a mí, más simple y natural; no es ni va más allá que tinta sobre la piel...
Si seis ocasiones he repetido una palabra, a la Séptima llega el momento de la magia y en el que me quiero referir a TÍ... Carla.
A ti y un atributo que en el gran porcentaje del momento que no puedo relatar, pues solamente me he fijado, ha sido tú, y tu naturalidad.
Y ahora mismo, 19:34; dos horas y once minutos tras haberte visto. He pensado que me he cruzado con la séptima mención que sí, por redundancia, he de decir que por naturalidad y por séptimo lugar... Me lleva a no olvidarme de ti.
Y bueno... Quizá sea un junta letras... Más mi caracterización va por el camino de entrar a un taller y sin luces, ponerme a afilar mazas.
Pero no, tampoco soy inocuo mental.
Un beso y gracias por más allá de esta estúpida numerología, darme este espacio de desbordar sin temor y a oscuras... Como así dicen que se cumplen los sueños. Tratándome (cuando me declaré insolvente y no pagué un juicio de injurias a la corona) de tragar una película de princesas... Cuando creo en la más absoluta, sencillez.
Y así, acababaré dándote el día 21 de diciembre de 2019, tras haber paralizado el escrito y salir de la sala, ¡7!, ¡Qué Casualidad!, por la sencilla y más humana razón de que me estaba meando.
Te juro que me he lavado las manos y calculo que en no más de 30 minutos, antes, por lo menos no saldré de este tostón antes de las 23:00, te entregaré el papel que escrito con el link que espero te dirija al espacio de lectura donde he volcado esto.
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Poema publicado el 21 de Diciembre de 2019
Según vi la localización del cine, señalaba un quilómetro exacto; exactamente de donde nací.
Sin embargo... La vida, comprenderás, es una dinamo que no la programamos para seguir unos determinados ritmos.
Llegué a Madrid después de un tiempo en que viví. Se puede decir que exactamente, y perdona la redundancia, durante más de un mes recuperé la más tierna niñez, sí... En cuestión de plena felicidad. Pero volví. Barcelona, Bilbao... Madrid.
Y créeme que me abro en canal cuando te digo que tres puntos me hicieron morir durante casi cinco años que volví a menos de doscientos metros de donde nací. Y no, ¿Qué más decir?
Soy una persona más. Sin trabajo, sin dinero para poder acabar una carrera que amaba y el Plan Bolonia destruyó. Y la única felicidad es despertarme, no puedo dejar de fumar... (lo juro, sin mezclar)
Más, gracias a que parió mi hermanastra durante un período en el que ambos estuvimos muy mal y mi madre y mi padrastro se hicieron tutores del Ángel que has visto a mi lado... Me ha ido reconstruyendo la vida el llevar una vida "de abuelo".
Así pues. Me despierto y leo mientras que cojo lo que bien dejé la noche anterior a mano (Coca-Cola, Red Bull...) y mientras veo el "A LA CARTA" de los programas que me perdí el día anterior, rápido alimento el cáncer pulmonar... Pero, ¡Oye!, lo retraso una media hora después de hacerlo adelantar mientras que cambio pijama (también heredado de las pocas chicas que tenían mi padre y mi abuelo, - siento si he sido "negro" en cuanto al humor y la enfermedad. Pero ha sido vivirlo en primera persona que, ¿qué mejor manera de sobrellevar? -) por chándal corroído de correr, bien leggings y una sudadera del año del doblete de mi Atleti de Madrid (otra razón por la que muero, incluso sin importarme el fútbol un bledo. )... Y cuando paso por Embajadores, hay en La Glorieta una fila de kunderos, que ya piensan que corro porqué no llego al horario establecido a la Clase Alsa que hasta Valdemingómez arriba, espera... Y te devuelve al punto de partida ofreciendo Ositos Jaribo para lo que viene llamándose "el bajón".
Y ya ves... Poco más, me aseo, y a las 07:30 estoy en casa de este Ángel, repito por cuarta vez que me salvó y a las 09:00, tal y como hemos llegado al cine, en mis hombros entra a su Segundo Curso de Educación Infantil.
El resto del día... Todavía tengo una abuela. Me arroja un chorro de alegría cada vez que la veo por su positividad. En la residencia donde la forzó el hijo de satanás que salió ocho años y medio después por el mismo orificio que lo hizo mi figura paternal, me avisan médicos y enfermeros que, con 94 años, ayuda al ánimo general debido a que trátase hablar de ella como de un Ave Fénix. 94 añazos y se quiere poner brackets.
Estoy en Madrid más solo que la una y al final, ella logró sufragrarse sus implantes dentales... Y cuando la soledad se hace insoportable, me cuelo en cualquier Metro y con dar un toque en la ventana principal, varias cuidadoras se arriman mientras que ellas se levanta y cuando la veo a contraluz, me sonríe... No por alegría, que también, sino porque es la Estrella Fugaz que esas noches me guía para llegar y que me haga un hueco en la cama de su pequeña habitación.
Y yo... Con treinta y un.tacos...sigo conservando la costumbre de neo-nato. Bueno, en plural:
No dormir ni a tiros... Y si hay algo que me hace coger el sueño es con las yemas de mi índice y pulgar, tocar suavemente el alveolo de la oreja que no apoye sobre la almohada.
Y bueno, esto es todo... He llegado aquí y he de decir que padezco trastorno social y un día como hoy, si no es por este Ángel que repito por quinta vez me ha acompañado y me he gastado 20 €uros que habré de devolver porqué se ha quedado a mi orilla en Brazos de Morfeo...
Ha merecido la pena, ¿Sabes Carla?
En realidad... La operación en la que has introducido los dos códigos e impreso con el 237 haciendo un knoqueo dubitativo, han sido justamente. Y no, no es broma. 574 segundos en los que me has atendido y puedo decir que si el 15 de Enero de 2014 desembarqué por última vez para después de no ser una serie de momentos en los que no son para que salgan a hombros de las puertas mentales de mis recuerdos, repito por sexta vez que este Ángel que llevo al lado... Ha sido un porcentaje muy elevado de resurrección en infalibles y progresivos aumentos de positividad segregados tras horas y horas de juegos que sudando, me provocan la dopamina suficiente para por lo menos, recíprocamente, participar ínfimamente a que ella de igual manera, pueda, y se desgarre de una sonrisa que una pentamesina que estuvo a punto de morir, hoy esté dándome fuerzas a mí.
Y no, no soy, créeme de corazón que no forma parte de mi vida la superstición... Pero llevo el número ٧ (7, en Árabe) y significa que alguna vez en la vida, este número... Que no sé si poseo o me poseé él a mí, más simple y natural; no es ni va más allá que tinta sobre la piel...
Si seis ocasiones he repetido una palabra, a la Séptima llega el momento de la magia y en el que me quiero referir a TÍ... Carla.
A ti y un atributo que en el gran porcentaje del momento que no puedo relatar, pues solamente me he fijado, ha sido tú, y tu naturalidad.
Y ahora mismo, 19:34; dos horas y once minutos tras haberte visto. He pensado que me he cruzado con la séptima mención que sí, por redundancia, he de decir que por naturalidad y por séptimo lugar... Me lleva a no olvidarme de ti.
Y bueno... Quizá sea un junta letras... Más mi caracterización va por el camino de entrar a un taller y sin luces, ponerme a afilar mazas.
Pero no, tampoco soy inocuo mental.
Un beso y gracias por más allá de esta estúpida numerología, darme este espacio de desbordar sin temor y a oscuras... Como así dicen que se cumplen los sueños. Tratándome (cuando me declaré insolvente y no pagué un juicio de injurias a la corona) de tragar una película de princesas... Cuando creo en la más absoluta, sencillez.
Y así, acababaré dándote el día 21 de diciembre de 2019, tras haber paralizado el escrito y salir de la sala, ¡7!, ¡Qué Casualidad!, por la sencilla y más humana razón de que me estaba meando.
Te juro que me he lavado las manos y calculo que en no más de 30 minutos, antes, por lo menos no saldré de este tostón antes de las 23:00, te entregaré el papel que escrito con el link que espero te dirija al espacio de lectura donde he volcado esto.
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