Un reloj que camina.
Poema publicado el 11 de Noviembre de 2011
Un reloj que camina y en la mente atrapo la luna,
como que ya es válido sentir que la sangre corre,
que algún recuerdo se hace ajeno y te extraño,
la ambición de tenerte se hace mito pasado.
Serán los sueños alimento del alma?
Siento hambre de cenar algunos de ellos,
de escuchar tu voz en silencio, de suspirar,
sentirte como una estampa, pegada al cuerpo.
Serán mis palabras escondites?
Conocerás alguna vez las cuevas de mi alma?
para poder verte en alguna de ellas y ver tu luz.
Saber si en realidad sos maravilla o nada,
si es verdad que mis ojos se iluminan
de solo estar contigo en mi alma.
La luna fue la que me atrapo, no fui yo,
el reloj avanzo un segundo y fueron años,
la cueva se oscureció y no sos luz, sos vos,
te quiero y no encuentro la forma de decírtelo
te odio y hallo las mil formas de gritarlo,
palabras, a cada quien que le quepa su sallo.
No puedo medir la vida por las veces que respiro,
me acordaré si, de las veces que me sacaste el aliento.
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Poema publicado el 11 de Noviembre de 2011
Un reloj que camina y en la mente atrapo la luna,
como que ya es válido sentir que la sangre corre,
que algún recuerdo se hace ajeno y te extraño,
la ambición de tenerte se hace mito pasado.
Serán los sueños alimento del alma?
Siento hambre de cenar algunos de ellos,
de escuchar tu voz en silencio, de suspirar,
sentirte como una estampa, pegada al cuerpo.
Serán mis palabras escondites?
Conocerás alguna vez las cuevas de mi alma?
para poder verte en alguna de ellas y ver tu luz.
Saber si en realidad sos maravilla o nada,
si es verdad que mis ojos se iluminan
de solo estar contigo en mi alma.
La luna fue la que me atrapo, no fui yo,
el reloj avanzo un segundo y fueron años,
la cueva se oscureció y no sos luz, sos vos,
te quiero y no encuentro la forma de decírtelo
te odio y hallo las mil formas de gritarlo,
palabras, a cada quien que le quepa su sallo.
No puedo medir la vida por las veces que respiro,
me acordaré si, de las veces que me sacaste el aliento.
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