Un amor en otoño
Poema publicado el 17 de Abril de 2023
Desperté con la sensación de que algo era diferente, puse mis pies en suelo frío, puse unas modestas chanclas y camine directo al baño, el camino fue tan largo como recorrer dos metros midiendo 1 centrómero de altura.
Llegue al espejo y humedecido mi rostro con agua helada, recordé lo que en mi mente se estaba ocupado, al fondo en el subterráneo del subconsciente, se archivó el sueño que hace algunos minutos había terminado, de pronto mi expresión cambio y pase de ese gesto palido y pusilánime a un color rojizo en las mejillas y unas pequeñas lagrimillas en los bordes de mis ojos... Había soñado contigo...
Recuerdo caminar en bosque de otoño, bajo un camino de árboles, veía como caían las hojas marrones y naranjas por todo lados, mis pies se cubrieron de ellas y recorrí lentamente el camino descubierto que ante mi se encontraba, los pájaros cantaban y ocasionalmente algunos de ellos en mis hombros se posaban...
Luego d eun rato el sol brillante vislumbró mi mirada y ante mi se presentó una joven dama, con un aspecto maravilloso que se confundía con el ambiente hermoso en el que estaba, detrás de ella un lago traslúcido se alzaba en el horizonte, el cielo se reflejaba como un espejo y ese mismo reflejo lo vi en sus ojos... Si un así al frente y el viento soplo suavemente, su cabello se agitó y vi como su vestido casi transparente danzaba con el viento... Su piel era tan lánguida y suave como las rosas blancas, su manos se movían con tal suavidad que la armonía entre ellas y el universo era perfecta...
Di un paso más al frente, noté en sus ojos una mirada tan cálida y profunda como mis propios pensamientos, me dirigió la vista y sentí como atravezo mis defensas, las nubes se paseaban tan tranquilas por sus iris, su destello marrón como el otoño que nos rodeaba con tonos cálidos me hipnotizaron...
Tembloroso decidí acercarme definitivamente a ella, detuve mi caminar a tan solo un paso de ella, sentí su perfume y el viento volvió a soplar, esta vez con más fuerza y las hojas coloridas se pasearon en coreografía por su espalda y entre nosotros... Al recuperar nuevamente la concentración, vi su delicado rostro, tan bello como el mismo firmamento, la tarde empezó a caer y los cielos ahora cada segundo más oscuro, dejo que en sus ojos se reflejará el evento más lindo que la naturaleza puede ofrecer.. sobre nuestras coroniñas se caían las estrellas en una lluvia sin igual, sus ojos eran los espejos del alma más puro que jamás habría de ver... Me perdí en ellos...
Logré parpadear después de unos instantes y el rosa de sus labios me sedujo de inmediato, se veían tan suaves como las nubes que tanto admire durante la tarde, el tiente en ellos se veía tan dulce como el sabor a frutos rojos, tan exóticos como la selva más extraña del mundo... Respiré una vez y sentí ganas de besarla, respeto otra vez y me acerque a ella, respiré por tercera vez y me desperto el fuerte sonido de mi alarma... Que noche tan larga pensé, puse mis pies en el suelo frío y después de recordar... Quise que el día terminará para volverla a soñar...
Att: Alex
Para M& GEO
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 17 de Abril de 2023
Desperté con la sensación de que algo era diferente, puse mis pies en suelo frío, puse unas modestas chanclas y camine directo al baño, el camino fue tan largo como recorrer dos metros midiendo 1 centrómero de altura.
Llegue al espejo y humedecido mi rostro con agua helada, recordé lo que en mi mente se estaba ocupado, al fondo en el subterráneo del subconsciente, se archivó el sueño que hace algunos minutos había terminado, de pronto mi expresión cambio y pase de ese gesto palido y pusilánime a un color rojizo en las mejillas y unas pequeñas lagrimillas en los bordes de mis ojos... Había soñado contigo...
Recuerdo caminar en bosque de otoño, bajo un camino de árboles, veía como caían las hojas marrones y naranjas por todo lados, mis pies se cubrieron de ellas y recorrí lentamente el camino descubierto que ante mi se encontraba, los pájaros cantaban y ocasionalmente algunos de ellos en mis hombros se posaban...
Luego d eun rato el sol brillante vislumbró mi mirada y ante mi se presentó una joven dama, con un aspecto maravilloso que se confundía con el ambiente hermoso en el que estaba, detrás de ella un lago traslúcido se alzaba en el horizonte, el cielo se reflejaba como un espejo y ese mismo reflejo lo vi en sus ojos... Si un así al frente y el viento soplo suavemente, su cabello se agitó y vi como su vestido casi transparente danzaba con el viento... Su piel era tan lánguida y suave como las rosas blancas, su manos se movían con tal suavidad que la armonía entre ellas y el universo era perfecta...
Di un paso más al frente, noté en sus ojos una mirada tan cálida y profunda como mis propios pensamientos, me dirigió la vista y sentí como atravezo mis defensas, las nubes se paseaban tan tranquilas por sus iris, su destello marrón como el otoño que nos rodeaba con tonos cálidos me hipnotizaron...
Tembloroso decidí acercarme definitivamente a ella, detuve mi caminar a tan solo un paso de ella, sentí su perfume y el viento volvió a soplar, esta vez con más fuerza y las hojas coloridas se pasearon en coreografía por su espalda y entre nosotros... Al recuperar nuevamente la concentración, vi su delicado rostro, tan bello como el mismo firmamento, la tarde empezó a caer y los cielos ahora cada segundo más oscuro, dejo que en sus ojos se reflejará el evento más lindo que la naturaleza puede ofrecer.. sobre nuestras coroniñas se caían las estrellas en una lluvia sin igual, sus ojos eran los espejos del alma más puro que jamás habría de ver... Me perdí en ellos...
Logré parpadear después de unos instantes y el rosa de sus labios me sedujo de inmediato, se veían tan suaves como las nubes que tanto admire durante la tarde, el tiente en ellos se veía tan dulce como el sabor a frutos rojos, tan exóticos como la selva más extraña del mundo... Respiré una vez y sentí ganas de besarla, respeto otra vez y me acerque a ella, respiré por tercera vez y me desperto el fuerte sonido de mi alarma... Que noche tan larga pensé, puse mis pies en el suelo frío y después de recordar... Quise que el día terminará para volverla a soñar...
Att: Alex
Para M& GEO
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.
