Viviendo de esperanzas
Poema publicado el 15 de Junio de 2009
Las caricias de tus ojos esconden secretos
que los besos mas puros no ofrecen ya.
Ese lenguage mas verdad que las palabras,
como una queja grave y enternecedora,
me matan viviendo de esperanzas
Caricias atravesadas de lágrimas plateadas.
¿Cuales podrían cautivar mis sentidos
haciendo perecer mi llama? Tus miradas.
Y maldigo mi valer, mi deseo y mis ojos
que me matan viviendo de esperanzas
Y se perturba mi corazón en tu ausencia
Tú que invoco y requiero a mi lado.
Eres el nudo y el lazo que atan mi alma
que me comprometen, me emocionan
y me matan viviendo de esperanzas.
Tú a quien consagro amistad eterna
tú, recoge mi corazón que sangra
y que nadie se atreva a desatar el vínculo
esa atadura estricta de mi fiel amor
que me mata viviendo de esperanzas
Enrollada en la manta apolillada y vieja
mi cuerpo traquetea frente a la chimenea
¿Y que importa la noche que dejar nacer
una amistad para obligarla a esconder
lo que me mata viviendo de esperanzas?
Y harás de mi sangre alterada y caliente
coronar mi razón olvidando mis votos.
Iluminarás mi cuerpo con el alma hiriente,
renegando que un día fuimos amigos,
porque me matas viviendo de esperanzas
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Poema publicado el 15 de Junio de 2009
Las caricias de tus ojos esconden secretos
que los besos mas puros no ofrecen ya.
Ese lenguage mas verdad que las palabras,
como una queja grave y enternecedora,
me matan viviendo de esperanzas
Caricias atravesadas de lágrimas plateadas.
¿Cuales podrían cautivar mis sentidos
haciendo perecer mi llama? Tus miradas.
Y maldigo mi valer, mi deseo y mis ojos
que me matan viviendo de esperanzas
Y se perturba mi corazón en tu ausencia
Tú que invoco y requiero a mi lado.
Eres el nudo y el lazo que atan mi alma
que me comprometen, me emocionan
y me matan viviendo de esperanzas.
Tú a quien consagro amistad eterna
tú, recoge mi corazón que sangra
y que nadie se atreva a desatar el vínculo
esa atadura estricta de mi fiel amor
que me mata viviendo de esperanzas
Enrollada en la manta apolillada y vieja
mi cuerpo traquetea frente a la chimenea
¿Y que importa la noche que dejar nacer
una amistad para obligarla a esconder
lo que me mata viviendo de esperanzas?
Y harás de mi sangre alterada y caliente
coronar mi razón olvidando mis votos.
Iluminarás mi cuerpo con el alma hiriente,
renegando que un día fuimos amigos,
porque me matas viviendo de esperanzas
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