Todos parecen dormir...
Poema publicado el 22 de Octubre de 2012
Sombra que ya no se esconde entre sombras…
Sonrisas que ya no creen…
Preguntas que aparecen… Silencios que pesan…
Empiezan a oírse los pasos… dejas de ser ese fantasma…
Tu voz ya no es esa brisa… ellos están mas ciegos…
Ciegos y alertas…
Respiras esa quietud, y esos latidos distantes…
Agitados, temblando ante su mirada… ciega, ciega y alerta…
Tu voz, se llena de fantasmas… y esa calma…
Esa calma que cubría cada llanto detenido…
Viendo al cielo… ciega y a la espera, de que algo cambie ese instante,
Y esas lágrimas no caigan…
Tu sombra ya no es esa sombra.
Tus manos son ese miedo, que ya no ocultas en un cuaderno…
Esa senda, esas piedras se abren como la arena…
El viento no perdona las suplicas del silencio…
La lluvia, tarda en llegar, tanto como resistas…
Caminar a ciegas… a ciegas y alerta, esperando que una luz, atraviese tu mirada…
Esperando que las gotas se hagan hielo en tu camino…
Se hagan piedras en tus pasos… disfraces de tus disfraces…
Y por fin abrir los ojos, escuchar ese silencio…
Respirar esa quietud, y esos latidos distantes…
Agitados, temblando ante su mirada… ciega, sonriente…
Tu verdad ya no es una sombra… que ocultas entre las sombras…
Y aun así… todos parecen dormir…
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Poema publicado el 22 de Octubre de 2012
Sombra que ya no se esconde entre sombras…
Sonrisas que ya no creen…
Preguntas que aparecen… Silencios que pesan…
Empiezan a oírse los pasos… dejas de ser ese fantasma…
Tu voz ya no es esa brisa… ellos están mas ciegos…
Ciegos y alertas…
Respiras esa quietud, y esos latidos distantes…
Agitados, temblando ante su mirada… ciega, ciega y alerta…
Tu voz, se llena de fantasmas… y esa calma…
Esa calma que cubría cada llanto detenido…
Viendo al cielo… ciega y a la espera, de que algo cambie ese instante,
Y esas lágrimas no caigan…
Tu sombra ya no es esa sombra.
Tus manos son ese miedo, que ya no ocultas en un cuaderno…
Esa senda, esas piedras se abren como la arena…
El viento no perdona las suplicas del silencio…
La lluvia, tarda en llegar, tanto como resistas…
Caminar a ciegas… a ciegas y alerta, esperando que una luz, atraviese tu mirada…
Esperando que las gotas se hagan hielo en tu camino…
Se hagan piedras en tus pasos… disfraces de tus disfraces…
Y por fin abrir los ojos, escuchar ese silencio…
Respirar esa quietud, y esos latidos distantes…
Agitados, temblando ante su mirada… ciega, sonriente…
Tu verdad ya no es una sombra… que ocultas entre las sombras…
Y aun así… todos parecen dormir…
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