2 votos
1 visitas/día
5573 dias online

El ombligo de los limbos - Poemas de Antonin Artaud



Poemas » antonin artaud » el ombligo de los limbos




El ombligo de los limbos
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008

Allí donde otros exponen su obra yo sólo pretendo mostrar        mi espíritu.
Vivir no es otra cosa que arder en preguntas. No concibo la        obra al margen de la vida.
No amo en sí misma a la creación. Tampoco entiendo el        espíritu en sí mismo. Cada una de mis obras, cada uno de los proyectos de mí mismo, cada uno de los brotes gélidos        de mi vida interior expulsa sobre mí su baba.
Estoy en una carta escrita para dar a entender el        estrujamiento íntimo de mi ser, tanto como estoy en un ensayo exterior a mí mismo y que se me presenta como una        indiferente incubación de mi espíritu.
Sufro que el Espíritu no halle lugar en la vida y que la vida        no se encuentre en el Espíritu, sufro del Espíritu-órgano, del Espíritu-traducción o del Espírítu-atemorizante-de-las-cosas       
para hacerlas ingresar en el Espíritu. Yo dejo este libro colgado de la vida, deseo que sea        
masticado por las cosas exteriores y en primer término por todos los estremecimientos acuciantes, todas las vacilaciones de mi yo por venir.
Todas estas páginas se arrastran en el espíritu como        témpanos. Perdón por mi total libertad. Me niego a hacer diferencias entre cada minuto de mí mismo. No acepto el        espíritu planeado.

Es preciso acabar con el Espíritu como con la literatura.        Quiero decir que el Espíritu y la vida se encuentran en todos los grados. Yo quisiera hacer un libro que altere a los        hombres, que sea como una puerta abierta que los lleve a un lugar al que nadie hubiera consentido en ir, una puerta        simplemente ligada con la realidad.
Y esto no es el prefacio de un libro, como tampoco lo son        los poemas que lo indican en la lista de todas las furias del malestar.        

Esto no es más que un témpano atragantado. Una gran pasión razonadora y superpoblada arrastraba a mi        yo como un puro abismo. Resoplaba un viento carnal y sonoro, y el azufre también era denso. Y pequeñas raíces        diminutas llenaban ese viento como un enjambre de venas y su entrelazamiento fulguraba. El espacio sin forma       penetrable era calculable y crujiente. Y el centro era un mosaico de trozos como una especie de rígido martillo        
cósmico, de una pesadez deformada y que sin parar cae como un muro en el espacio con un estruendo destilado. Y        la cubierta algodonosa del estruendo tenia la opción obtusa y una viva        mirada que lo penetraba. Sí, el espacio entregaba su puro algodón mental donde ningún pensamiento era todavía claro ni devolvía su descarga de objetos. Pero paulatinamente la masa dio vueltas como una náusea        potente y fangosa, una especie de fuerte flujo de sangre
vegetal y detonante. Y las ínfimas raíces trémulas en el filo        de mi ojo mental se arrancaban de la masa erizada del viento a una velocidad vertiginosa. Y todo el espacio como        un sxo saqueado por el vacío ardiente del cielo, se estremeció. Y algo como un pico de paloma real socavó la        masa turbada de los estados, todo el pensamiento más hondo se diversificaba, se disipaba, se volvía claro y        reducido.
Entonces era preciso que una mano se transformara en el        órgano mismo de la aprehensión. Y aún dos o tres veces giró la masa artificial y cada vez, mi ojo se enfocaba sobre        un sitio más exacto. La oscuridad misma se hacía más densa y sin objeto. Todo el hielo ganaba la claridad.        

Dios-el-perro contigo y su lengua
que atraviesa la costra como una saeta        
del doble morrión abovedado
de la tierra que le causa ardor.
       
Y aquí está el triángulo de agua
que se aproxima con paso de chinche        
pero que bajo la chinche ardiente
se transforma en cuchillada.
       
Bajo los senos de la espantosa tierra
dios-la-perra se ha marchado,       
de los senos de la tierra y de agua congelada
que pudren los agujeros de su lengua.        

Y aquí está la virgen-del-martillo
para masticar las cuevas de la tierra        
donde la calavera del perro del cielo
siente crecer el horroroso nivel.        

Doctor,

Hay un asunto sobre el cual hubiera querido insistir: es el        de la relevancia de la cosa sobre la cual operan sus inyecciones; esta especie de languidecimiento esencial de       mi ser, esta disminución de mi estiaje mental, que no quiere decir, como podría creerse, un rebajamiento cualquiera de        mi moralidad (de mi alma moral) o ni siquiera de mi inteligencia, sino más bien de mi intelectualidad servible, de mis recursos razonantes, y que se relaciona más con el
sentimiento que tengo yo mismo de mí mismo yo, que con        lo que pongo de manifiesto a los demás de él.
Esta vitrificación sorda y polimorfa del pensamiento que en        cierto momento elige su forma. Hay una vitrificación inmediata y llana del yo en el centro de todas las posibles        formas, de todos los modos posibles del pensamiento.
Y, señor Doctor, ahora que usted está bien enterado de lo        que puede ser alcanzado en mí (y curado por las drogas), de la zona de conflicto de mi vida, espero que sabrá        suministrarme la cantidad suficiente de líquidos sutiles, de reactores especiosos, de morfina mental, capaces de        
sobreponer mi abatimiento, de enderezar lo que cae, de juntar lo que está separado, de reparar lo que está        destruido.

Le saluda mi pensamiento

De "L'Ombilic des limbes"
       
Versión de L.S.




¿Pudiera decirnos en que categoría ubicaría este poema?

Amor
Amistad
Familia
Poemas de Cumpleaños
Poemas de San Valentín o
      Día de los Enamorados
Poemas del Día de la Mujer
Poemas del Día de las Madres
Poemas del Día de los Padres
Poemas de Navidad
Poemas de Halloween
Infantiles
Perdón
Religiosos
Tristeza y Dolor
Desamor
Otra Categoría
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.




 Compartir
Redes sociales
Facebook Twitter Google Bookmark MySpace Fresqui Meneame