0 votos
1 visitas/día
4104 dias online

Una venadita y un cazador - Poemas de Antonio Cardenas Del Rio



Poemas » antonio cardenas del rio » una venadita y un cazador




Categoría: Poemas de Amor
Una venadita y un cazador
Poema publicado el 19 de Noviembre de 2012

UNA VENADITA Y UN CAZADOR
Había una vez un CAZADOR Violento que mataba solo por diversión, así como el había muchos, pero también había otros cazadores que solo cazaban para alimentarse y vestir de las pieles de los inocentes venados, este cazador tuvo un sueño donde se le pedía que ya no matara a los venados que los protegiera tanto de los depredadores, lobos y leones como de los asesinos sádicos despiadados e inhumanos.
A partir de ese momento el Cazador no mas sentía ganas por ir de cacería pero dentro de sus pensamientos algo no lo dejaba tranquilo, así que empaco sus armas y decidió ir al bosque, conforme iba caminando y avanzando pensaba mucho en el sueño que tuvo por ayudar a los indefensos animalitos.
De repente escucho una voz muy suave que pedía a gritos su ayuda, camino ignorando de lo que podía tratarse hasta que escucho la siguiente frase “si no me ayudas nadie lo hará y estoy tan herida que no puedo huir” el cazador camino hacia donde provenía el lamento y ahí vio a una tierna venadita herida por flecha.
La venadita había logrado escapar de los cazadores, pero no podía avanzar más, el cazador la observo de pies a cabeza y dijo “La mejor oportunidad para cazar a un venado es cuando ya está herido”  y respondió la Venadita. Señor cazador, no me mate, deje que viva entre los de mi especie en paz y tranquilidad, No le hago daño a nadie, me gustan los niños y disfruto de la convivencia con ellos. Viera que triste es tener que ir a buscar agua cada vez más lejos, porque se han secado nuestros pozos.
No sabe usted la desesperación cuando con mamá y papá tenemos que cuidar de nuestros hermanitos menores, porque ya no hay ética entre ustedes los humanos. Nos matan incluso cuando somos niños, y he visto morir desangrada a una familia entera y a una mamá estado embarazada. No pudo correr como yo aunque resulte herido logre escapar de los cazadores.
Qué dolor he sentido cuando he visto a los cazadores cortarle la cabeza y despellejar a los de mi especie, esa imagen está imborrable en mi mente solo el recordarla me hace llorar. Se lo suplico, ayúdeme no me haga más daño. El cazador miro y miro una y otra y otra vez pensando en lo que debería y podía hacer. Pensó porque tendría yo que ayudar que obtendría a cambio porque mejor me la como o mejor la deja abandonada como si no hubiese visto nada.
Preocupado por el sueño que tuvo la noche anterior y relacionando el lamento de auxilio de la venadita decidió llevársela a casa para curarla y en cuanto se repusiera devolverla a su habitad natural, caminando a casa la venadita le comento lo siguiente. Señor cazador,  Quiero vivir. Pero también me preocupo por ustedes y por sus hijos. Este día creo haber conocido a un buen hombre jamás antes visto en mi experiencia,
Por favor señor cazador, en cuanto este sana déjeme ir para reproducirme y dejar que sus hijos y nietos puedan vernos y tomarnos fotos en estado salvaje y maravillarse de nuestra belleza y agilidad. Dejen que las generaciones futuras nos conozcan en vivo, y no en fotos porque nos hemos extinguido.
Señor cazador, con la mano en mi corazón y mis ojos llenos de lágrimas le pido que cuelgue las armas de cacería. No nos persiga más. No nos mate más. Ya no soporto seguir mirando cómo mueren desangrados mis amigos o hermanos. No quiero ver más cómo le cortan la cabeza a los venados y los parten en pedazos para llevarlos a su casa. No queremos más ser un trofeo de cacería.”
En ese momento el cazador no tenia palabras para responder solo pensaba en llegar a casa y curar a la Venadita, llegando a casa le lavo la herida le puso medicina y la amarro dentro de la casa para que otros cazadores no la mataran, paso el tiempo y la venadita se fue curando y el cazador la alimentaba felizmente por hacer algo que jamás en su vida había hecho, pero entre mas pasaba el tiempo el cazador sentía más afecto por la venadita, y esta ya curada le pidió que la dejara ir y el cazador le respondió.
No puedo dejarte ir como podrás ver yo he cambiado por ti pero allá fuera todos los cazadores siguen con sus mismos pensamientos y con la cacería tal y como era antes o incluso peor de cómo la conocías porque cada vez hay menos animales que cazar, para no ponerte en riesgo no te puedo dejar ir.
La venadita mordía la cadena para poder escapar pero no tenia éxito alguno, pensaba en cómo utilizar un arma y matar al cazador porque ahora la tenia secuestrada, sin mirar el campo, sin comer del pasto pegado al suelo, cada vez que llegaba el cazador traía comida fresca pero yo quería mi libertad decía la venadita.
Así paso el tiempo y tanto el cazador como la venadita se apreciaron mutuamente, le venadita estaba muy agradecida y había entendido que las acciones del cazador eran para protegerla y juntos se divertían como si fueran de la misma especie e incluso más de lo que esperaban. El cazador esta mas que consiente de que la venadita debía estar en su habitad natural y que había sido un egoísta con retenerla a la fuerza pero se había vuelto dependiente de ella.
Todo era muy bonito hasta parecía un hermoso sueño, solo en etapas la venada pedía salir corriendo y regresar a su origen y el cazador le reprochaba muchas veces porque la consideraba mal agradecida, creía que era mejor utilizar su piel y saborear de su carne o mejor aún, nunca haberla ayudado. Llego el tiempo donde el cazador quito la cadena tiro la llave y abrió la puerta, porque sabía que su casa no era lugar para una venada.
Hoy en día el cazador se encuentra muy triste, adolorido, desconsolado por dejar libre a su presa pero sabe que algo bueno hizo aunque no se sienta orgulloso de su obra, espera que algún día regrese la venadita aunque sea solo para regalarle una sonrisa, pero tanto es la rabia del cazador que no soportaría verla llegar tendría que ofrecer más que su piel y su carne para dejarla vivir, por lo tanto sería mucho mejor conservarla solo en bonitos recuerdos, porque ahora el cazador podría volverse más inhumano, cruel, despiadado, sanguinario, monstruoso de lo que era antes… Aunque queda la duda porque el amor de esa venadita le rompe el corazón de ternura y le ha llenado de felicidad esos espacios vacios de soledad por lo cual esa ayuda a sido mutua y podría seguir siendo así, quizá la venada regrese ya con venaditos y el cazador se encargaría de protegerlos a todos y compartir de la felicidad juntos…


¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.




 Compartir
Redes sociales
Facebook Twitter Google Bookmark MySpace Fresqui Meneame