Gloria
Poema publicado el 03 de Octubre de 2012
Grandiosa fue la ola del destino que me trajo con esa noche de octubre tu nombre.
Los fulgores de los astros, del firmamento huyeron para clavarse en tus redondos
Ojos, ígneas calderas, que, inequívocas, fueron el lenguaje traductor de tu belleza.
Reía la vida en tus labios. Y descubrí que al desnudarse tu boca, no estaba soñando.
Inocente fue el instante en que estando perdido en la sinfónica de tu voz delicada,
Anclé el navegar del tiempo a las ganas de construir de aquel momento una historia.
Reducidos en la luz de tus pupilas, dos danzantes planetas de cristal me atraparon,
Obesos de magia y preñados en sus bellas formas de cielo, de luceros, de océanos…
Dios jugó a estrellarnos y lo logró. Y esa noche en la calle el mundo calló sus voces,
Resbalé mis ojos de júbilo por tu retrato que a contraluz se detuvo como un paisaje
Impoluto, y que, desde entonces, me inspira en estas alegres noches de Noviembre.
Gloria, así es como el mundo llama tu nombre, así es como algún poema te invoca.
Una y mil veces, Gloria, nombre de mujer, nombre que nombra la gracia perpetúa.
Estás donde no duerme mi sueño, donde el insomnio despierta mis ganas de concurrirte;
Zarpo mi éxodo a ese lugar donde estás y donde solo me esperan tus puertas cerradas.
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Poema publicado el 03 de Octubre de 2012
Grandiosa fue la ola del destino que me trajo con esa noche de octubre tu nombre.
Los fulgores de los astros, del firmamento huyeron para clavarse en tus redondos
Ojos, ígneas calderas, que, inequívocas, fueron el lenguaje traductor de tu belleza.
Reía la vida en tus labios. Y descubrí que al desnudarse tu boca, no estaba soñando.
Inocente fue el instante en que estando perdido en la sinfónica de tu voz delicada,
Anclé el navegar del tiempo a las ganas de construir de aquel momento una historia.
Reducidos en la luz de tus pupilas, dos danzantes planetas de cristal me atraparon,
Obesos de magia y preñados en sus bellas formas de cielo, de luceros, de océanos…
Dios jugó a estrellarnos y lo logró. Y esa noche en la calle el mundo calló sus voces,
Resbalé mis ojos de júbilo por tu retrato que a contraluz se detuvo como un paisaje
Impoluto, y que, desde entonces, me inspira en estas alegres noches de Noviembre.
Gloria, así es como el mundo llama tu nombre, así es como algún poema te invoca.
Una y mil veces, Gloria, nombre de mujer, nombre que nombra la gracia perpetúa.
Estás donde no duerme mi sueño, donde el insomnio despierta mis ganas de concurrirte;
Zarpo mi éxodo a ese lugar donde estás y donde solo me esperan tus puertas cerradas.
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