Otoño
Poema publicado el 13 de Abril de 2012
Susurro mil veces tu nombre
y lo digo callada a estas hojas dormidas,
te recuerdo enternecido en esta arena desierta y fría,
con cinco gaviotas pálidas
que murmuran nuestro amor bajo sus alas.
Y vuelvo a llamarte tan hondo
entre árboles desnudos que tiritan,
y tu rostro de nuevo revivo,
en este otoño marchito,
que va pasando sin prisa.
Te llamo y es un murmullo herido,
de pétalos huérfanos y palomas que se han ido,
pero te callo más profundo, y te dibujo amándome mudo,
en un atardecer silente, desde tus cansados latidos
de golondrinas que marchan bajo el sol rojizo.
Y me quedo atrás en tus brazos, en tu piel
y en tus besos de ternura infinita,
pero se apagan despacio
tus pupilas benditas
bajo esta luna efímera y cautiva.
Soy gaviota triste y desolada,
y ola tras ola, mis labios te reclaman;
te espero tanto, porque te amo desesperada,
entre hojas que duermen
como la arena en la playa...
Y estoy perpleja y exhauta
viendo a todos que lloran
porque el amor se hizo marcha,
bajo el rocío y la niebla de estos días sin palabras,
sin gaviotas ni palomas que alcen sus alas.
Y voy a tu encuentro de nuevo
hasta tu mirada furtiva y lejana,
y te detengo en el viento,
para besarte despierta en tu boca de esmeraldas,
con mi amor que es todo tuyo, en este mar de lágrimas.
Porque mi corazón es un hielo
sin tus manos que me embriagan,
y sin tus caricias cálidas,
porque en tu adentro están mis latidos
que tanto ahora me faltan,
porque te llevaste mis respiros, y la vida se me escapa...
(BennyOnisso_1995)
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Poema publicado el 13 de Abril de 2012
Susurro mil veces tu nombre
y lo digo callada a estas hojas dormidas,
te recuerdo enternecido en esta arena desierta y fría,
con cinco gaviotas pálidas
que murmuran nuestro amor bajo sus alas.
Y vuelvo a llamarte tan hondo
entre árboles desnudos que tiritan,
y tu rostro de nuevo revivo,
en este otoño marchito,
que va pasando sin prisa.
Te llamo y es un murmullo herido,
de pétalos huérfanos y palomas que se han ido,
pero te callo más profundo, y te dibujo amándome mudo,
en un atardecer silente, desde tus cansados latidos
de golondrinas que marchan bajo el sol rojizo.
Y me quedo atrás en tus brazos, en tu piel
y en tus besos de ternura infinita,
pero se apagan despacio
tus pupilas benditas
bajo esta luna efímera y cautiva.
Soy gaviota triste y desolada,
y ola tras ola, mis labios te reclaman;
te espero tanto, porque te amo desesperada,
entre hojas que duermen
como la arena en la playa...
Y estoy perpleja y exhauta
viendo a todos que lloran
porque el amor se hizo marcha,
bajo el rocío y la niebla de estos días sin palabras,
sin gaviotas ni palomas que alcen sus alas.
Y voy a tu encuentro de nuevo
hasta tu mirada furtiva y lejana,
y te detengo en el viento,
para besarte despierta en tu boca de esmeraldas,
con mi amor que es todo tuyo, en este mar de lágrimas.
Porque mi corazón es un hielo
sin tus manos que me embriagan,
y sin tus caricias cálidas,
porque en tu adentro están mis latidos
que tanto ahora me faltan,
porque te llevaste mis respiros, y la vida se me escapa...
(BennyOnisso_1995)
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