Quiso un dia el destino
Poema publicado el 29 de Marzo de 2010
Quiso la suerte un día,
que mi alma a la tuya se trenzara,
y que el amor se anidara,
en mi torpe corazón.
Desde entonces vivo preso,
de las miradas furtivas,
con que mi mente cautiva,
alimenta mi pasión,
aunque sepa mi razón,
que soy tuyo y no eres mía.
No beberé de tus labios, eso lo sé,
y quizá nunca aspire de tu aliento,
pero la pasión la alimento,
cada día, año tras año,
y fingiendo no hago daño,
más que a mi propio corazón,
deja entonces mi pasión,
desbordar de una manera tan loca,
que si a mi alma le provoca,
se sienta correspondida.
Y si un día el destino,
y la vida la oportunidad me dieran,
de pasar frente a tu acera,
y venciendo mi timidez
logro enviarte en un suspiro mil te quiero,
no los desprecies mi vida,
no los dejes de lado mi cielo,
que así tendré yo el consuelo,
de que sepas que te quiero,
aunque no sea por ti correspondido
Pero si la oportunidad es propicia,
y en mi loco desatino,
retar oso al destino,
y te robo de la boca un beso,
no te enojes mi bien por eso,
perdona mi desvarío,
Indúltame de la pena,
que ya será suficiente condena,
para mi saber que te he perdido,
o peor aún saberte ajena.
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Poema publicado el 29 de Marzo de 2010
Quiso la suerte un día,
que mi alma a la tuya se trenzara,
y que el amor se anidara,
en mi torpe corazón.
Desde entonces vivo preso,
de las miradas furtivas,
con que mi mente cautiva,
alimenta mi pasión,
aunque sepa mi razón,
que soy tuyo y no eres mía.
No beberé de tus labios, eso lo sé,
y quizá nunca aspire de tu aliento,
pero la pasión la alimento,
cada día, año tras año,
y fingiendo no hago daño,
más que a mi propio corazón,
deja entonces mi pasión,
desbordar de una manera tan loca,
que si a mi alma le provoca,
se sienta correspondida.
Y si un día el destino,
y la vida la oportunidad me dieran,
de pasar frente a tu acera,
y venciendo mi timidez
logro enviarte en un suspiro mil te quiero,
no los desprecies mi vida,
no los dejes de lado mi cielo,
que así tendré yo el consuelo,
de que sepas que te quiero,
aunque no sea por ti correspondido
Pero si la oportunidad es propicia,
y en mi loco desatino,
retar oso al destino,
y te robo de la boca un beso,
no te enojes mi bien por eso,
perdona mi desvarío,
Indúltame de la pena,
que ya será suficiente condena,
para mi saber que te he perdido,
o peor aún saberte ajena.
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