Divina y sacra belleza
Poema publicado el 30 de Agosto de 2012
Primero fueron los griegos,
quienes, al esculpirla, ciegos
de su obra quedaron. Y los romanos
más tarde, al tocarla con sus manos,
igual, para no dotar de forma
a quien no tiene por norma
hacerse ver en todo su esplendor,
más que nada por temor
a convertirse algún día
en vulgar objeto de mercancía,
perdiendo no solo su encanto
sino su aura de divinidad
también, con la que con tanto
esfuerzo le ganó a la Humanidad
y que hoy pasea orgullosa y altiva,
aun estando cautiva
en esos claustros de Dios donde reza,
pidiendo le conserve su Señor,
de las dos, al menos, la belleza
que radica en su interior.
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Poema publicado el 30 de Agosto de 2012
Primero fueron los griegos,
quienes, al esculpirla, ciegos
de su obra quedaron. Y los romanos
más tarde, al tocarla con sus manos,
igual, para no dotar de forma
a quien no tiene por norma
hacerse ver en todo su esplendor,
más que nada por temor
a convertirse algún día
en vulgar objeto de mercancía,
perdiendo no solo su encanto
sino su aura de divinidad
también, con la que con tanto
esfuerzo le ganó a la Humanidad
y que hoy pasea orgullosa y altiva,
aun estando cautiva
en esos claustros de Dios donde reza,
pidiendo le conserve su Señor,
de las dos, al menos, la belleza
que radica en su interior.
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