Padre nuestro
Poema publicado el 10 de Enero de 2012
Padre nuestro,
Que habitas aquí en la tierra
Junto a los hambrientos y sedientos
De amor y justicia renovadora.
Bendícenos, no te ofendas
Por nuestros pecados,
Recúbrenos con tu manto,
Extiende las manos al hermano
Que a gritos pide migajas de pan.
Ayúdanos a perdonar,
A quienes con desdén inmisericorde,
Han pisoteado y mancillado nuestros nombres,
Dadnos fuerza Padre Nuestro
Para orar y pedir por ellos.
Que las tentaciones de cada día
No invadan nuestras almas
Mucho menos los espíritus,
Líbranos del peligro
Que día a día nos acecha.
Padre Nuestro,
Si la misericordia está en el cielo
Que hoy baje aquí a la tierra
Como luces de esperanza
Esto tanto lo necesitamos.
Piensa en nuestros hermanos,
Ahogados en llantos de desconsuelo,
Suplican misericordia
Que tu voluntad de paz y amor
Se cumpla aquí en la tierra.
Que las gargantas secas y adoloridas,
Y las manos escuálidas con humanos esqueléticos,
Reciban el pan diario
Que llenen sus deprimentes estómagos
Padre Nuestro, acuérdate de todos.
Aliméntanos Señor en la fe,
Ilumínanos en momentos de tristeza,
Baja, envuélvenos en tu manto
En momentos de soledad,
Haz que venga tu reino de igualdad.
No te desanimes ¡ayúdanos!
Cuando las tentaciones nos opriman,
Redime nuestras culpas,
Baja tu mirada a nosotros los pecadores
Y líbranos por siempre de todo mal.
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Poema publicado el 10 de Enero de 2012
Padre nuestro,
Que habitas aquí en la tierra
Junto a los hambrientos y sedientos
De amor y justicia renovadora.
Bendícenos, no te ofendas
Por nuestros pecados,
Recúbrenos con tu manto,
Extiende las manos al hermano
Que a gritos pide migajas de pan.
Ayúdanos a perdonar,
A quienes con desdén inmisericorde,
Han pisoteado y mancillado nuestros nombres,
Dadnos fuerza Padre Nuestro
Para orar y pedir por ellos.
Que las tentaciones de cada día
No invadan nuestras almas
Mucho menos los espíritus,
Líbranos del peligro
Que día a día nos acecha.
Padre Nuestro,
Si la misericordia está en el cielo
Que hoy baje aquí a la tierra
Como luces de esperanza
Esto tanto lo necesitamos.
Piensa en nuestros hermanos,
Ahogados en llantos de desconsuelo,
Suplican misericordia
Que tu voluntad de paz y amor
Se cumpla aquí en la tierra.
Que las gargantas secas y adoloridas,
Y las manos escuálidas con humanos esqueléticos,
Reciban el pan diario
Que llenen sus deprimentes estómagos
Padre Nuestro, acuérdate de todos.
Aliméntanos Señor en la fe,
Ilumínanos en momentos de tristeza,
Baja, envuélvenos en tu manto
En momentos de soledad,
Haz que venga tu reino de igualdad.
No te desanimes ¡ayúdanos!
Cuando las tentaciones nos opriman,
Redime nuestras culpas,
Baja tu mirada a nosotros los pecadores
Y líbranos por siempre de todo mal.
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