Carta a mis padres
Poema publicado el 22 de Abril de 2009
Adorados padres:
Me acuerdo cuando nací, de aquella madruga feliz.
También me acuerdo de ustedes,
y de la primera palabra que aprendí
cuando dije: Mamá… Papá… Todos reían de mí.
Yo era el corazón de todos, el centro de la atención;
realmente todo fue maravilla.
Desde el primer día me lo han dado todo,
de niño como de joven y hasta ahora adulto
me acompañan en mi camino. Los entiendo:
¡Son mis padres! Además mis amigos o mis hermanos
porque están cuando más necesito de alguien
para escucharme, aconsejarme o decirme:
“Hijo, ¿Estás bien? ¿Te falta algo?
Hijo, ¡Cuenta con nosotros!â€
Cuánto les debo gloriosos padres…
Mis travesuras que soportaron,
mis dudas que escucharon,
mis problemas que remediaron,
aun con mi vida, nada les pagaría.
Padres. Perdónenme por mis faltas,
y tal vez por mis ofensas.
Perdónenme por haberles hecho sufrir
a causa de mi desobediencia.
Perdónenme si más de una vez les hice llorar
por irme lejos de casa.
Perdónenme también si tarde me di cuenta
de que vivo gracias a ustedes.
Por todo, perdónenme.
Hoy como ayer y siempre les estaré agradecido.
Y si nunca les dije que los amo, ahora se los digo:
Desde lo más profundo de mi corazón y mi alma…
¡Los amo!
P.D.: Padres, son lo mejor de la obra de Dios.
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Poema publicado el 22 de Abril de 2009
Adorados padres:
Me acuerdo cuando nací, de aquella madruga feliz.
También me acuerdo de ustedes,
y de la primera palabra que aprendí
cuando dije: Mamá… Papá… Todos reían de mí.
Yo era el corazón de todos, el centro de la atención;
realmente todo fue maravilla.
Desde el primer día me lo han dado todo,
de niño como de joven y hasta ahora adulto
me acompañan en mi camino. Los entiendo:
¡Son mis padres! Además mis amigos o mis hermanos
porque están cuando más necesito de alguien
para escucharme, aconsejarme o decirme:
“Hijo, ¿Estás bien? ¿Te falta algo?
Hijo, ¡Cuenta con nosotros!â€
Cuánto les debo gloriosos padres…
Mis travesuras que soportaron,
mis dudas que escucharon,
mis problemas que remediaron,
aun con mi vida, nada les pagaría.
Padres. Perdónenme por mis faltas,
y tal vez por mis ofensas.
Perdónenme por haberles hecho sufrir
a causa de mi desobediencia.
Perdónenme si más de una vez les hice llorar
por irme lejos de casa.
Perdónenme también si tarde me di cuenta
de que vivo gracias a ustedes.
Por todo, perdónenme.
Hoy como ayer y siempre les estaré agradecido.
Y si nunca les dije que los amo, ahora se los digo:
Desde lo más profundo de mi corazón y mi alma…
¡Los amo!
P.D.: Padres, son lo mejor de la obra de Dios.
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