La huella del tiempo
Poema publicado el 30 de Noviembre de 2018
LA HUELLA DEL TIEMPO
Que el tiempo es implacable es conocido
y sus efectos no me han asustado.
Sé que tiene final mi recorrido
pero nadie me quita lo bailado;
que si bien el cansancio habré sentido
jamás en el sendero me he parado;
puesto que en nuestra vida los placeres
se alternan con amargos padeceres.
Habré de confesar, si soy sincero
que escasas son en mi las certidumbres;
¿quién puede precisar lo verdadero?.
Por eso son las leyes servidumbres
ambiguas, que de modo torticero,
basadas en los usos y costumbres
se aplica del que juzga, la opinión
a veces con dudosa discreción.
Porque reflexionar es necesario
en los llamados seres superiores
sin que parezca un acto rutinario,
dedico de mis horas las mejores
de un modo placentero y voluntario
e intento así aprender de los errores.
Preguntas hay que ha tiempo obviar me cuesta
a las que no he logrado hallar respuesta.
¿Quién puede sostener que es imparcial,
que ha sido su conducta irreprochable
con quien es diferente en especial?.
¿Que nunca, pese ser tan deleznable
autor fue sin pensarlo, potencial
de un hecho a todas luces censurable?.
¿Que si bien de una forma sibilina
el ascua no ha juntado a su sardina?.
Muy lejos está ya mi juventud
y el ímpetu a mis fuerzas se acomoda,
mas en compensación la plenitud
que siento porque nada me incomoda
al alma le contagia de quietud
por lo que en elevarse se denoda;
y al brillo refulgente de los oros
prefiere de la mente los tesoros.
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Poema publicado el 30 de Noviembre de 2018
LA HUELLA DEL TIEMPO
Que el tiempo es implacable es conocido
y sus efectos no me han asustado.
Sé que tiene final mi recorrido
pero nadie me quita lo bailado;
que si bien el cansancio habré sentido
jamás en el sendero me he parado;
puesto que en nuestra vida los placeres
se alternan con amargos padeceres.
Habré de confesar, si soy sincero
que escasas son en mi las certidumbres;
¿quién puede precisar lo verdadero?.
Por eso son las leyes servidumbres
ambiguas, que de modo torticero,
basadas en los usos y costumbres
se aplica del que juzga, la opinión
a veces con dudosa discreción.
Porque reflexionar es necesario
en los llamados seres superiores
sin que parezca un acto rutinario,
dedico de mis horas las mejores
de un modo placentero y voluntario
e intento así aprender de los errores.
Preguntas hay que ha tiempo obviar me cuesta
a las que no he logrado hallar respuesta.
¿Quién puede sostener que es imparcial,
que ha sido su conducta irreprochable
con quien es diferente en especial?.
¿Que nunca, pese ser tan deleznable
autor fue sin pensarlo, potencial
de un hecho a todas luces censurable?.
¿Que si bien de una forma sibilina
el ascua no ha juntado a su sardina?.
Muy lejos está ya mi juventud
y el ímpetu a mis fuerzas se acomoda,
mas en compensación la plenitud
que siento porque nada me incomoda
al alma le contagia de quietud
por lo que en elevarse se denoda;
y al brillo refulgente de los oros
prefiere de la mente los tesoros.
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