La mer
Poema publicado el 26 de Noviembre de 2010
Al repetir tu nombre de agua y cristal,
al invocar tus cabellos de arena
al besar tu boca salada y serena
presiento la ola y un viento fluvial.
Vaso turbio en ese navío real
y aquellas algas, como joyas que penan,
invaden los lomos de esas ballenas,
de esos peces, de esas tardes del mal.
Persisten en los fondos de tus formas,
las caras amorfas de marineros,
fantasmas ahogados en senderos.
Subsisten como reinas en tu popa
los ángeles en las islas remotas,
pasajeras tortugas soñolientas,
esponjas absortas ante tus fiestas,
donde las olas revientan las fosas,
donde las estrellas y los corales,
y esas luces diurnas y marítimas
beben del vino de conchas indignas.
El invierno en tus costas se deshace,
el verano en tu espuma resucita,
y las lanchas de leños de parrales
flotan sobre tus aguas cristalinas.
Donde nace la tormenta plomiza,
allá, lejos, donde el viento es nativo,
alcanzo a ver el marco definitivo
de la luna y las sombras de polillas,
diminuta, impalpable, casi cual río,
he ahí tu esencia, tan fresca y ficticia.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 26 de Noviembre de 2010
Al repetir tu nombre de agua y cristal,
al invocar tus cabellos de arena
al besar tu boca salada y serena
presiento la ola y un viento fluvial.
Vaso turbio en ese navío real
y aquellas algas, como joyas que penan,
invaden los lomos de esas ballenas,
de esos peces, de esas tardes del mal.
Persisten en los fondos de tus formas,
las caras amorfas de marineros,
fantasmas ahogados en senderos.
Subsisten como reinas en tu popa
los ángeles en las islas remotas,
pasajeras tortugas soñolientas,
esponjas absortas ante tus fiestas,
donde las olas revientan las fosas,
donde las estrellas y los corales,
y esas luces diurnas y marítimas
beben del vino de conchas indignas.
El invierno en tus costas se deshace,
el verano en tu espuma resucita,
y las lanchas de leños de parrales
flotan sobre tus aguas cristalinas.
Donde nace la tormenta plomiza,
allá, lejos, donde el viento es nativo,
alcanzo a ver el marco definitivo
de la luna y las sombras de polillas,
diminuta, impalpable, casi cual río,
he ahí tu esencia, tan fresca y ficticia.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.