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Adán y eva, otra vez.- - Poemas de Elizabett Tardiz



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Categoría: Poemas de Amor
Adán y eva, otra vez.-
Poema publicado el 04 de Julio de 2012

A simple vista había pasado todo por alto,
Sin embargo, la capacidad de raciocinio intimidaba a su paso.-
Demasiado escandalosa, soñadora, preguntona, verborragia pura.-
Pero, tan bella, tan suave, tan Eva.-
Por irónico que parezca, el; Adán.-
Ermitaño pero burgués buscaba las respuestas  para esa boca roja,
que lo obsesionaba mucho más de lo que podía reconocer.-
¿Por qué insistir con tibias ensoñaciones, con quimeras olvidadas?.-
Igual, el tiempo no alcanzaría para contestar semejantes cavilaciones,
Especulaciones e introspecciones.-
El sol dormía, Eva se fascinaba con el silencio de la noche.-
El canto de los grillos, las luces de las luciérnagas,
la luna tan blanca, las estrellas inalcanzables.-
El astro sol brillaba, Eva registraba palmo a palmo sin descanso,
cada hueco, cada rincón, cada gota de agua, cada vegetación, cada animal.-
Atrapando viento y arena entre las manos
para luego hacer  más y más preguntas.-
Le avergonzaba admitirlo, el no poseía las respuestas.-
El temor a lo desconocido lo dejaba petrificado, vacilante y eso lo hacia precavido.-
Más sabio, según el.-
Hoy seria  el día  donde  colocaría el límite que ayer no pudo.-
Cerraría los ojos, diciéndole  a su insensato corazón: ¡basta!
Sin más,  armaría la barrera de “yo aquí” y “tu allá”.-
Libre albedrio, no caería como el otro Adán.-
Decididamente no probaría el fruto prohibido.-
¡Fin de la discusión!
Enojado, frustrado más bien, camino con pasos firmes.-
Ella de espaldas a el, contemplaba su imagen en el espejo.-
Al percatarse de su presencia sus ojos se llenaron de amor.-
El observo el rostro tan perfecto, sus ojos como dos estrellas,
Su boca… que probablemente tendría otra pregunta.-
Ella, lanzándose literalmente sobre sus brazos le comenta:
“pensé por un instante que no me amabas”
El sintió un tropel de caballos dentro de su pecho,
Como un pez fuera del agua ,  boqueaba buscando oxigeno para su alma.-
Y en un beso único, eterno, hermoso, jamás sentido…
Selló su destino.-


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