El ultimo destino.-
Poema publicado el 03 de Junio de 2013
Alguien se va cada día, alguien sufre una perdida irreparable.
Llegamos a este viaje con boleto de regreso marcado.
Y un día desnudos de afectos partimos para nunca jamás volver.
Los rostros tan amados se pierden en el tiempo implacable
que como una bomba atómica poco a poco nubla
nuestros recuerdos.
En algún lugar, hoy se fue una madre que dejo hijos para criar,
Un abuelo con nietos para disfrutar, un niño con caminos para explorar,
Un padre con consejos para dar, un hermano para abrazar,
Hoy se fue alguien que le importo a otro,
dejando un vacio imposible de llenar.
Nada mitiga el dolor del que sufre una perdida.
Las palabras se esfuman al hablar.
Enjuiciados en vida descubrimos el cielo
y el infierno en la tierra.
Con pesar reconozco las señales que dejamos pasar por alto.
Los “hola” y “adiós” que cada día ofrecemos como regla
de cortesía, no es más que una inadvertida preparación para nuestro camino final.
Es cierto no nacimos para ser semilla,
sino para dejar nuestra semilla.
Pero nadie espera los huecos sonidos del olvido.
La soledad es aplastante, tanto como para
el que se va ,como para el que se queda.
Un cumulo de preguntas resuenan en un ¿Cuándo?,
En un ¿Cómo? Y un ¿Por qué?, que agita el sentido
de la civilización.
Y sufrimos a pesar de saber que es en vano.
Cada vez que algo me conmueve, que me parece injusto
increpo con rebeldía a este dios que se me antoja silencioso
a nuestras plegarias, que no deja ver
esos milagros que tanto espera el ser humano
y le atino un negligente, para luego avergonzarme
de mi poca e indigna fe que digo profesar a el.-
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Poema publicado el 03 de Junio de 2013
Alguien se va cada día, alguien sufre una perdida irreparable.
Llegamos a este viaje con boleto de regreso marcado.
Y un día desnudos de afectos partimos para nunca jamás volver.
Los rostros tan amados se pierden en el tiempo implacable
que como una bomba atómica poco a poco nubla
nuestros recuerdos.
En algún lugar, hoy se fue una madre que dejo hijos para criar,
Un abuelo con nietos para disfrutar, un niño con caminos para explorar,
Un padre con consejos para dar, un hermano para abrazar,
Hoy se fue alguien que le importo a otro,
dejando un vacio imposible de llenar.
Nada mitiga el dolor del que sufre una perdida.
Las palabras se esfuman al hablar.
Enjuiciados en vida descubrimos el cielo
y el infierno en la tierra.
Con pesar reconozco las señales que dejamos pasar por alto.
Los “hola” y “adiós” que cada día ofrecemos como regla
de cortesía, no es más que una inadvertida preparación para nuestro camino final.
Es cierto no nacimos para ser semilla,
sino para dejar nuestra semilla.
Pero nadie espera los huecos sonidos del olvido.
La soledad es aplastante, tanto como para
el que se va ,como para el que se queda.
Un cumulo de preguntas resuenan en un ¿Cuándo?,
En un ¿Cómo? Y un ¿Por qué?, que agita el sentido
de la civilización.
Y sufrimos a pesar de saber que es en vano.
Cada vez que algo me conmueve, que me parece injusto
increpo con rebeldía a este dios que se me antoja silencioso
a nuestras plegarias, que no deja ver
esos milagros que tanto espera el ser humano
y le atino un negligente, para luego avergonzarme
de mi poca e indigna fe que digo profesar a el.-
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